Después de la última decisión del juez de negarle el derecho a continuar su proceso en libertad, la ex-secretaria de Desarrollo Social (Sedesol), Rosario Robles, dijo ser inocente y víctima de una persecución política. A pesar de haber ofrecido declararse culpable en marzo de este año, la ex funcionaria de Peña Nieto retiró su oferta y ahora afirma ser perseguida por venganza política.
“Lo que ellos quieren es verme derrotada, vencida, hincada. Ellos querían que yo firmara cualquier cosa para involucrar a otros y eso no lo voy a hacer, por eso me llamo Rosario Robles. Con todo y todo sigo teniendo mi dignidad, que es lo único que me queda”, aseveró la exfuncionaria.
Robles Berlanga sostuvo que lo que busca la Fiscalía General de la República es que ella incrimine a otros funcionarios del sexenio anterior. Principalmente se busca que diga los nombres de Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray como participes de la llamada “Estafa Maestra”, afirmó Robles.
Desde el penal de Santa Marta Acatitla, la exfuncionaria, confesó que ya se veía fuera de la cárcel desde la semana pasada e insistió en que ella no ha cometido ningún delito. Además confesó que el silencio de los dirigentes del PRI resulta por demás ominoso.
“Es una venganza (…) El presidente dice y yo le tomo la palabra que de su parte no es [una venganza], entonces, ¿de parte de quién es? Pero de que hay venganza, sí”, enfatizó.
La ex secretaria de Desarrollo Social argumentó su inocencia diciendo que su hija tuvo que vender su casa para poder pagar la defensa de Robles, pues se encuentra casi sin dinero. Es posible que hasta sea necesario que deba contratar a un abogado de oficio por la falta de presupuesto.