Así decía en el 2017, hoy está preso el rata
En octubre de 2017 Emilio Lozoya fue cuestionado sobre las acusaciones en su contra por el millonario soborno que presuntamente recibió de la constructora brasileña Odebrecht, y que al parecer fue a parar a la campaña presidencial del PRI en 2012, y su respuesta sonó a bravuconada.
Es lamentable lo que ha sucedido en los últimos meses, cómo la gente puede tirar piedras impunemente, no. Lo digo con mucha humildad: tengo recursos y tiempo para romperles la madre
La declaración de Lozoya se dio durante la ceremonia en la que la Academia Mexicana de Derecho Internacional reconoció a su abogado Javier Coello Trejo y donde el ex funcionario adelantó que ya preparaba dos denuncias penales en contra del entonces titular de la Fepade.
Emilio Lozoya se sentía confiado. Seis días antes de esta afirmación, el 20 de octubre de 2017, el titular de la Fiscalía Especializada para la Atención de Delitos Electorales (Fepade) había sido destituido del cargo “por faltar al código de conducta de la dependencia”, luego de que declarara al diario Reforma que había recibido presiones por parte del ex director de Pemex para que declarara públicamente su inocencia.
Santiago Nieto andaba tras los pasos de Lozoya, pero fue destituido como titular de la Fepade en tiempos de Peña
El fiscal destituido era Santiago Nieto Castillo, actual encargado de la Unidad de Inteligencia Finaciera (UIF) de la Secretaría de Hacienda, organismo que en mayo de 2019 congeló las cuentas de Lozoya Austin por posible corrupción.
“En el caso de Lozoya, el congelamiento de cuentas es una medida nacional. Hay elementos para hablar de casos de corrupción vinculados con su administración. Hemos encontrado nuevas triangulaciones de recursos, es lo que da soporte al bloqueo de dinero”, dijo el funcionario.
La Fepade bajo el mandato de Nieto Castillo, abrió en agosto de 2017 la carpeta de investigación para indagar si una parte de los USD 12 millones que habría recibido Lozoya en sobornos por parte de la brasileña Odebrecht fue destinada a financiar al PRI en la campaña de 2012.
Entre los elementos de la investigación había cuentas ligadas a Lozoya y Odebrecht ubicadas en las Islas Caimán, Suiza y Brasil.