La guerra contra las drogas ha sido un factor de inseguridad sin resolver en lugar de ser frenado se ha dispersado que ha llegado a todos los sectores, la aparición de más carteles ha ocasionado que el estado de México sea más inseguro, inestable y violento. Crímenes en este municipio en aquel otro, en la zona limítrofe con la Ciudad de México o con otro estado, lo cierto es que cada vez hay más muertos por la disputa del control de los carteles por la venta y distribución de drogas.
A plena luz del día se puede observar a los jóvenes expendiendo droga en escuelas, mercados, calles, en zonas oscuras y todo ello bajo el presunto consentimiento de los elementos de la policía municipal, estatal y federal, incluso varios de servidores públicos del orden están inmiscuidos con los carteles y permiten la venta y distribución de droga en la vía pública.
En el estado de México no hay un ataque a los grandes distribuidores de la venta de droga sólo se detiene a aquellos que la comercializan en pequeñas cantidades de un gramos más no de toneladas. Hay varios lugares “tienditas” que tienen hasta tres o cuatro kilogramos de droga por expender, hay bares donde las meseras tiene la consigna de expender por lo menos 10 tachas durante una tardeada donde acuden menores de edad a ingerir bebidas embriagantes y drogarse.
Políticos, familias, ciudadanos y algunos policías perseguidos por los vendedores de droga se han registrado en la entidad y sólo falta que comiencen a ser desplazados los ciudadanos por los grupos que se dedican a expender droga, sobre todo para tener el control de las colonias o sitios que dejan una ganancia económica a los distribuidores. El estado de México se ha convertido en el sitio adecuado para la venta y distribución de droga a consecuencia que los jóvenes son los más vulnerables a utilizarla.
Ninguno de los candidatos ha señalado como va actuar contra este mal para poder proteger a la sociedad, ni como actuaran contra aquellos que expenden la droga, muchos de ellos son detenidos y al poco tiempo son liberados debido a que tienen en su poder poca cantidad de “mercancía”. La droga es sólo un distractor para que algunos políticos sigan protegiendo a los vendedores y distribuidores. Los elementos de las Policías Municipales saben dónde la venden y distribuyen y no actúan.
La guerra contra la delincuencia común es la que más se combate, mientras que la guerra contra las drogas es la que menos se ataca y por ende es la que más actúa dejando grandes ganancias y sigue progresando en cada una de las comunidades. Cuando un distribuidor de droga es detenido permanece más días en cárcel que un servidor público que es capturado por enriquecimiento ilícito con erario público, incluso un ciudadano que roba tapones de carro es procesado por los jueces corruptos o ministerios públicos corruptos que están al mejor postor.
La venta de drogas y estupefacientes es un factor que debe ser atacado por los gobernantes y ninguno ha mencionado como va actuar contra aquellos distribuidores, el gobierno federal ataca a los cárteles, pero en las comunidades sigue la venta y distribución en bajas cantidades, es decir sigue llegando la droga a todos lados sin que se frene este delito.