El eclipse llegó y con él la emoción de la gente por querer observarlo. A pesar de las indicaciones de no usar lentes de sol, cámaras ni radiografías para mirar directamente el fenómeno, la gente los está utilizando para poder ver el llamado fenómeno del siglo.
Muchos de los visitantes de Universum lograron comprar lentes especiales para observar el eclipse, otros están formados mientras los anfitriones, con alta voz en mano, exhortan a la gente a cuidar sus ojos. “La prioridad es su salud, recuerden no ver el eclipse por más de 10 segundos. No usen lentes de sol, la prioridad es su salud”, es el mensaje que se escucha a través de los altavoces mientras asistentes hacen caso omiso de la recomendación.
Cristina Montoya fue una de las primeras asistentes que pudo apreciar el fenómeno astronómico. “Sí, pude ver cómo la luna ya se está comiendo al Sol. Se ve el círculo amarillo, no tan amarillo por cierto, y una pequeña mancha negra en uno de los extremos superiores. Me emociona esto, me recuerda el del 91, aunque debo decirlo, no hay comparación. En aquel entonces se oscureció totalmente, los pajaritos se metieron a los árboles, y el silencio se apoderó de las colonias. Fue algo maravilloso. No cabe duda, recordar es volver a vivir”.
Por su parte, Pilar Navarro, amiga de Cristina, asegura que no vio nada. “No vi nada, ni una mancha. No sé si es porque estoy muy ‘cegatona’ o porqué, pero no vi nada, en cambio en el 91 no era que lo vieras, se notaba. Fue una cosa increíble. Venimos a Universum pensando que nos iban a dar lentes como los que dieron en el 91, pero no, además la gente te acarrea, es muy poco tiempo el que puedar el que puedes usar el telescopio y se entiende por la cantidad de gente, pero es más el tiempo que te formas que el que estás en el telescopio”.
Los anfitriones de Universum piden agilidad a los visitantes para observar el fenómeno antes de que el cielo se nuble e impidan ver cómo la luna tapa al sol.
El punto máximo es alrededor de las 13 horas y finaliza después de las 14 horas.