A un año del secuestro (y liberación) de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán Loera en el restaurante La Leche, ubicado en Puerto Vallarta, las repercusiones del hecho y la ausencia de Guzmán han dejado una ola de mil 43 asesinatos violentos en Sinaloa.
La privación de la libertad de Iván Archivaldo, César y Jesús Alfredo Guzmán Salazar —así como tres de sus acompañantes— fue realizada por un comando armado la noche del 15 de agosto de 2016; el grupo los sacó del restaurante. Videos, de las cámaras de seguridad del establecimiento, documentaron la irrupción del comando, el cual sorprendió a los hijos del primer matrimonio de El Chapo y a sus acompañantes.
Juan Daniel Calva Tapia, de 53 años, Josias Nahuzli Rábago Borbolla, de 35 años y Víctor Galván Ureña, de 46 fueron identificados por el fiscal General de Jalisco, Eduardo Almaguer, como el resto de los hombres secuestrados.
El funcionario dijo que, según las primeras investigaciones, 16 comensales ingresaron al lugar, nueve de ellas mujeres y las grabaciones revelaron que uno de los varones, no identificado, abandonó el sitio antes de la llegada del grupo antagónico.
Cinco días después del plagio, el Semanario Río Doce citó en su edición electrónica que dos fuentes consultadas confirmaron la liberación de Jesús Alfredo Guzmán Salazar y cinco de sus acompañantes.
Días después, con base en nuevos videos, captados al interior del restaurante, se documentó que los tres jóvenes hincados, con las manos en la cabeza y separados del resto de los comensales, eran Iván Archivaldo, César y Jesús Alfredo, hijos de Guzmán Loera.
Autoridades federales establecieron como hipótesis que el responsable fue el Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), en asociación con Alfredo Beltrán Guzmán, El Mochomito, sobrino de El Chapo.
El Mochomito, hijo de Alfredo Beltrán Leyva, El Mochomo, condenado a cadena perpetua en Estados Unidos fue detenido en Zapopan, Jalisco, en diciembre de 2016 y recluido en el Centro penitenciario estatal Metropolitano, en Guadalajara.