POR FALTA DE RECURSOS, CIERRA PRIMER REFUGIO PARA MUJERES VÍCTIMAS DE VIOLENCIA EXTREMA

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El refugio de la ciudad de Guanajuato “Formación de la Joven Guanajuatense”, único en la capital del estado, que salvaguardaba a mujeres y sus hijos e hijas víctimas de violencia de género, cerró sus puertas el pasado 31 de mayo cuando la Secretaría de Salud (Ss) no aprobó su proyecto para recibir el recurso federal por el que concursaron en una convocatoria.

El refugio “Formación de la Joven Guanajuatense”, mismo nombre de la organización civil que lo dirigía, recibía desde 2004 el subsidio federal que reparte la dependencia de la Ss, el Centro Nacional de Equidad de Género y Salud Reproductiva (CNEGySR), por medio de una convocatoria anual.

Sin embargo, el pasado 15 de mayo notificaron al refugio –debido a la insistencia de éste en tener una respuesta- que este 2019 no recibirán los 5 millones de pesos que solicitaron para funcionar. El argumento central fue la falta de personal que observó la autoridad cuando realizó una visita, personal que no pudieron solventar ante la falta de recursos.

El refugio no tuvo opción que cerrar de forma rotunda después de 18 años de trabajo. Consigo, cuatro familias resguardadas en él tomaron la decisión de no ser trasladadas a otras opciones que les ofrecieron. Los procesos para las mujeres víctimas de violencia son complejos, comentó a Cimacnoticias la ahora exdirectora del refugio, Adriana Arroyo Florentino. Ninguna familia estuvo dispuesta a comenzar desde cero y ser trasladada a un refugio de otra entidad.

“Podemos perder vidas. Aquí no estamos hablando exclusivamente que se cerró un refugio. Son vidas. Mujeres que no han terminado un proceso, que no están empoderadas, que están en riesgo”, dijo Arroyo Florentino sobre las consecuencias del cierre del refugio.

Aunque la exdirectora consideró una situación extraordinaria lo que ocurrió al refugio “Formación de la Joven Guanajuatense”, el resto de los centros que salvaguardan vidas de mujeres y están a cargo de la sociedad civil corren el mismo peligro. Tras cinco meses sin recursos están trabajando al mínimo de sus capacidades y con la incertidumbre si recibirán el dinero que la Secretaría de Salud les ha prometido.

Para los refugios no es nuevo el retraso en la entrega del fondo etiquetado en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) -que este año asciende a 346 millones 482 mil 708 pesos- pero esta vez los hechos se complejizan por la orden del presidente Andrés Manuel López Obrador de no trasladar recursos públicos a organizaciones de la sociedad civil.

Después de negociaciones, básicamente los refugios para mujeres víctimas de violencia son los únicos proyectos de la sociedad civil que han esquivado el rotundo “no” del presidente. Estancias infantiles, los proyectos para el adelanto de las mujeres (Proequidad) e incluso para organizaciones que atienden a población con VIH-Sida, no lograron sortear la medida de López Obrador.

De acuerdo con la información que compartió la Red Nacional de Refugios (RNR) a esta agencia, al momento, al 80 por ciento de los 41 refugios y 39 centros de atención extrema que conforman la Red, la Ss les notificó que ya fueron aprobados sus proyectos inscritos a la convocatoria que emitió para que reciban el subsidio federal.

Sin embargo esto no significa que ya les liberarán el recurso pues la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, encargada de bajarlos, ha prolongado la entrega de éstos, por lo que de alargarse más la situación será compleja para la existencia de estos centros vitales para muchas mujeres.

El refugio de Guanajuato es el primero en cerrar, mientras el resto a quienes se les aprobó el recurso, se les comunicó recortes de entre uno a dos millones de pesos respecto al fondo que recibieron el año pasado, afectando directamente en la contratación de personal capacitado, de acuerdo con la RNR.

COSTOS PARA LAS MUJERES

En Guanajuato sólo este año, de enero a abril, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) reportó 5 víctimas de posible feminicidio en la entidad y 94 mujeres víctimas de posible homicidio.

La misma fuente estadística señala que los municipios de Celaya y San Miguel de Allende figuran entre los 100 primeros del país con más posibles delitos de feminicidio del año y es la segunda entidad con el mayor número de mujeres que presentan lesiones dolosas, 2 mil 188 en el mismo periodo.

Debido a la expansión de la violencia feminicida en dicho territorio el refugio “Formación de la Joven Guanajuatense” recibía a mujeres y sus familias no sólo de la capital, también de otros municipios. Su trabajo tomó relevancia cuando cerró hace seis años el otro refugio perteneciente al gobierno estatal, era el único que quedó en la capital del estado.

En consulta con la organización Las Libres, quienes atienden a mujeres víctimas de violencia de género en Guanajuato, a nivel estatal tienen el conocimiento de sólo dos refugios restantes que pertenecen al gobierno.

Los casos que recibía el refugio de la “Joven Guanajuatense” eran por canalizaciones que hacía la Procuraduría de Justicia local, así como los Institutos de las Mujeres municipales. Tenían la capacidad de albergar a siete familias hasta abril de este año que la organización decidió no recibir a más víctimas.

Adriana Arroyo detalló en entrevista que el refugio tomó esta medida por la incertidumbre que generaron los cambios anunciados por el Ejecutivo. Parte del personal también determinó dejar el refugio ante la falta de paga, quienes se quedaron lo hicieron sin ella, por la convicción que tiene en el acompañamiento de víctimas.

Un refugio necesita personal especializado en la atención de casos de violencia de género, parte de la atención integral es que reciban terapias por psicólogas, pero debido a la falta de dinero para solventar pagos las que se encontraban en el refugio renunciaron, por lo que la terapia era impartida por estudiantes en formación de la universidad local, quienes solidariamente ofrecían el servicio, pero los inspectores de la Ss no lo consideraron oportuno.

La exdirectora del Refugio reconoce que no eran las condiciones idóneas, pero ante la falta de recursos era la opción que podían ofrecer a las familias que resguardaban y necesitaban su ayuda, señaló. Otro argumento que dio la Ss al refugio para no entregar el recurso, es que los niños y niñas no acudían a las escuelas públicas del municipio.

Esta es una medida que pone en riesgo la integridad de la niñez y sus madres ante la posibilidad de que los agresores los busquen y encuentren. En los refugios siempre se cuenta con educadoras para evitar la salida de la niñez e incluso de las mujeres. En “Formación de la Joven Guanajuatense” había una maestra que se encargaba de la educación personalizada a cada niño y niña, pero tampoco se consideró, indicó su exdirectora.

Las cuatro familias que salieron del refugio, permanecen en monitoreo por parte de las autoridades debido a la vulnerabilidad en la que se encuentran. Otras mujeres, ex usuarias del refugio, también tuvieron que ser referidas a las instancias gubernamentales para continuar con su tratamiento psicológico que recibían en el centro de atención externa.

Los centros de atención son la cara pública de los refugios, ya que es donde permanecen las mujeres sus hijos e hijas por tres meses, son lugares confidenciales. Al centro para el cual se solicitó 1.5 millones de pesos también se le negó el recurso.

Arroyo Florentino dijo que aunque se aseguró la continuación del tratamiento de las mujeres, no será el mismo servicio integral y especializado que recibían en el centro, tendrán que acoplarse a los tiempos de las instancias de gobierno.

Para este refugio no hay opciones de volver a funcionar, lamentó su exdirectora. Sin financiamiento federal, municipal o estatal, el consejo directivo de la organización civil manejada por religiosas decidió su cierre definitivo. La Red Nacional de Refugios a la que pertenecía el centro también lamentó su cierre en un comunicado.

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