Se constató que los ejemplares se encontraban en aparentes buenas condiciones físicas
La Profepa aseguró dos ejemplares de loros barranqueños (Cyanoliseus patagonus) y tres ejemplares de la especie conocida como pericos atoleros (Aratinga canicularis) en Hidalgo y Nayarit, respectivamente.
La Procuraduría federal de Protección al Ambiente (Profepa) recibió una denuncia ciudadana que mencionaba que en un domicilio particular del municipio Zempoala, en Hidalgo, había aves de vida silvestre en jaulas pequeñas.
Detalló que durante la visita el inspeccionado no pudo acreditar la posesión de los loros de color verde pálido y pico oscuro, pues según él los ejemplares llegaron solos a su domicilio hace tres años y se habrían escapado a otras personas.
Anotó que los ejemplares en cuestión tienen un anillo en una de sus patas, sin descripción o numeración que pueda identificar el lugar de procedencia por lo que no se puede avalar este sistema de marcaje.
La Profepa indicó que, de acuerdo a la literatura, el hábitat natural de esta especie es Sudamérica (Argentina), por lo que se trata de un ejemplar importado.
No obstante, el poseedor no cuenta con documentos que acrediten la legal procedencia, por lo que fue asegurado precautoriamente y depositado temporalmente en la Unidad de Rescate, Reubicación y Rehabilitación de Fauna Silvestre de México en Pachuca, Hidalgo.
Por otra parte la Profepa atendió una denuncia anónima para reportar que en un domicilio del municipio Acaponeta, en Nayarit, se acopiaban ejemplares de perico atolero.
Ante ello se efectuó una inspección en coordinación con la Policía Federal, logrando asegurar los tres ejemplares de Pericos atoleros o frente naranja (Aratinga canicularis), listados en la Norma Oficial Mexicana NOM-059-SEMARNAT-2010 sujeta a protección especial no endémica, sin poder identificar al poseedor.
Así, tras una revisión por especialistas, se constató que los ejemplares se encontraban en aparentes buenas condiciones físicas, y tras el levantamiento de las constancias respectivas se aseguraron al no haber persona alguna que se hiciera responsable de los mismos.
