La instalación de pequeñas gaseras en municipios del oriente del estado de México se ha convertido en un peligro latente para los ciudadanos sobre todo porque este tipo de negocios carecen de las mínimas recomendaciones de Protección Civil, incluso los dueños se colocaron en unidades habitacionales, costados de escuelas o arterias principales con el único fin de poder distribuir de mejor manera el producto flamable a unidades motoras como unidades del transporte público de pasajeros o el llenado de los tanques domiciliarios de 20 o 30 kilógramos.
Ninguna autoridad se ha dedicado a verificar el funcionamiento de los negocios por lo cual el precio del gas fluctúa de acuerdo a la zona y la demanda, incluso los mismos camiones pipas también realizan la venta de producto a tanques de 20 o 30 kilógramos en las afueras de las viviendas, situación que puede ocasionar un flamazo en cualquier momento por una mala maniobra que ocasione una chispa.
Los habitantes han solicitado la intervención de alguna autoridad municipal, estatal o federal para impedir sigan abriendo las gaseras a consecuencia que se instalan en predios rentados donde instalan tanques estacionarios de entre 3 000 y 5 000 litros de gas, con lo cual hacen la distribución a microbuses, combis, camiones y tanques domiciliarios; mientras que el precio del producto fluctúa de acuerdo se deje la gente; hay lugares donde un tanque de gas de 20 kilógramos es llenado desde 297 pesos hasta 320 pesos.
El problema cada día aumenta a consecuencia que estos sitios pese a que se encuentran con una leyenda de cierre provisional siguen con la venta del combustible al público en general, a los negocios pueden entrar desde niños, mujeres adultas o embarazadas; así como surten a los microbuses con los usuarios a bordo todo ello bajo la supuesta complacencia de las autoridades.
Las gaseras han abierto sus puertas al público en municipios de Ixtapaluca, Chimalhuacán, La Paz, Chicoloapan, Valle de Chalco, Tlalmanalco, entre otros donde los gobiernos locales señalan que los encargados aseguran contar con el permiso correspondiente de la Secretaría de Energía y de Protección Civil, quienes son los encargados de otorgar las licencias y la factibilidad de operatividad, en todos los casos los despachadores son personas jóvenes que por necesidad exponen sus vidas.
Tan sólo tres negocios de estos se encuentran localizados a una distancia de menos de 100 metros una cada una, lo cual puede ocasionar un flamazo y alcanzar una a otra e incluso están en la entrada de unidades habitaciones y en la zona industrial de Los Reyes la Paz, sitio donde se ha permitido la instalación de estos negocios que ponen en peligro la vida de los habitantes del oriente en el estado de México.
Los vecinos cercanos a estos sitios señalan que el olor que emanan esas empresas es fuerte sobre todo cuando no hay viento lo cual puede terminar hasta en una intoxicación o en un flamazo.