El director responsable de obra de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Vivienda (Seduvi) del Gobierno de la Ciudad de México, Pablo Francisco Peña, recomendó evitar remodelaciones mayores en casas y edificios para no dañar sus estructuras y que estén fuertes en caso de sismos.
En entrevista con Notimex, el especialista señaló que deben evitarse las remodelaciones que contemplen modificaciones de muros y paredes, pues se pueden dañar las estructuras de las construcciones.
Indicó que quienes compran o construyen sus casas deben, en primer lugar, si están en preventa, ver los muros sin aplanados, porque si ya los tienen es imposible darse cuenta que les dan
“Cuando entregan la casa con acabados aparentes, como es el caso de algunas unidades, es importante fijarse en los muros, en la buena manufactura del tabique y en su albañilería; que vean que haya castillos, y una vez obtenida la vivienda, que se abstengan de remodelar y tirar muros”, expresó
Peña Carrera señaló que es preferible dejar la casa o el departamento como lo compraron, sin remodelaciones severas que impliquen tirar o romper muros, sobre todo en los primeros niveles, que son los que soportan el edificio o la planta alta, en casas de dos niveles.
“Hay muros que se pueden retirar porque no son los que soportan la estructura, pero si a un vecino se le ocurre ampliar un local y tira un muro sin importarle que la estructura es un bien común de todo el condominio, eso no se debe hacer”, expresó.
Propuso que, a manera de precaución, en los reglamentos de condominios y en los planes de protección civil se prohíba hacer remodelaciones mayores, como tirar muros o columnas, a fin de evitar daños en la estructura de construcciones.
El también corresponsable de Seguridad Estructural y de Diseño Urbano y Arquitectura de la capital del país, consideró que un punto muy importante es verificar que los materiales sean de la máxima calidad, lo que además se exige en los reglamentos para la construcción de la Ciudad de México.
Informó que dichas normas y reglamentos están en constante revaloración para que sean mejores, por lo que consideró que después del sismo de 7.1 grados del pasado 19 de septiembre, podría haber una mejoría de las mismas.
“Seguramente van a cambiar en lo que se refiere a la eficiencia del control de materiales, porque es un punto fundamental que contemplan las normas actuales, que incluso son muy rigurosas, lo que impacta en el costo de la obra, porque se tienen que contratar laboratorios que verifiquen la calidad de los materiales que se utilizan”, expuso.
El ingeniero-arquitecto egresado del Instituto Politécnico Nacional (IPN), y quien fue proyectista de estructura de los edificios de su alma máter, aseguró que los pisos de aulas de la Unidad Zacatenco tienen casi 60 años y, por fortuna, no se dañaron con el sismo.
“Las políticas de mantenimiento y atención a los mismos han permitido que tengan las condiciones suficientes para resistir eventos como el ocurrido el pasado 19 de septiembre, sin riesgo de colapso total”, destacó.
Destacó que las acciones de protección civil y los reglamentos para la construcción demostraron estar bien, pues en comparación con el sismo del 19 de septiembre de 1985, los edificios y la casas de la capital soportaron mucho más, se dañó menos de uno por ciento de las construcciones.