Las políticas de austeridad de la administración de Andrés Manuel López Obrador se reflejarán en los vehículos propios y rentados que se asignan a directivos de Petróleos Mexicanos, según el Programa Anual 2019 de Enajenación de Bienes Muebles e Inmuebles de Pemex y sus subsidiarias.
El pasado 26 de marzo, el Consejo de Administración de la petrolera aprobó la venta de 370 vehículos de diferentes modelos, entre ellos algunos que les fueron retirados a los funcionarios de la empresa, y a través del Acuerdo CA-030/2019 se fijó un programa de enajenación a lo largo del año por el cual se espera captar 16 millones 280 mil pesos.
También se retirarán los automóviles rentados para gerentes, directores, subdirectores y administradores de activos de las diversas regiones en que opera, por los cuales cubría un arrendamiento anual superior a 2 mil 200 millones de pesos en contratos que concluyen en 2023.
En el oficio DCAS-SSC-001/2019, con fecha del 4 de enero de este año y emitido por parte de la Subdirección de Servicios Corporativos de la Dirección Corporativa de Administración y Servicios de Pemex, se hizo del conocimiento de los directivos de la petrolera que deben entregar los vehículos en renta que les fueron asignados “como parte de las acciones de austeridad”.
EL UNIVERSAL publicó el 4 de abril que las modificaciones a la estructura orgánica de Pemex implican eliminar 375 plazas del corporativo y de empresas productivas subsidiarias, entre mandos superiores, asesores, secretarios particulares, choferes y empleados de confianza de áreas administrativas.
La mayor parte de estos funcionarios tenían a su disposición no sólo un auto, sino hasta chofer.
Como resultado de las modificaciones de la estructura orgánica de Pemex les fueron retirados los vehículos, mismos que actualmente permanecen en resguardo en los estacionamientos de la empresa.