El presidente Andrés Manuel López Obrador reveló la existencia y el inicio del desmantelamiento de una red interna en Petróleos Mexicanos (Pemex) que robaba diariamente 200 millones de pesos en combustible.
El robo diario equivale al contenido de 600 pipas de hidrocarburos, de 15 mil litros cada una.
Al anunciar el Plan Conjunto de Atención a Instalaciones Estratégicas de Petróleos Mexicanos, en el que participan 15 dependencias federales, el mandatario aseguró que los anteriores directores de Pemex, desde hace tres sexenios, tenían conocimiento del robo de hidrocarburos por parte de trabajadores.
Destacó que el plan lanzado el pasado 20 de diciembre permitió la detección de la red de distribución de combustible robado, lo que derivó en el cese y detención de tres servidores públicos y la decisión de que de manera inicial 4 mil elementos de las Fuerzas Armadas tomen el control de instalaciones estratégicas.
Expuso que hay la hipótesis de que, de todo el combustible obtenido ilegalmente, “sólo 20% se da con la ordeña de ductos, que es una especie de pantalla, pues la mayor parte tiene que ver con un plan que opera con la complicidad de autoridades y una red de distribución”, y que el 80% restante es sustraído desde el interior de las instalaciones de Pemex.
El gobierno también detectó que empresas, que trabajaban en grandes obras, compraban en depósitos clandestinos combustible robado.