Sacerdote iba hablando por teléfono y atropelló a feligrés, está muy grave

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Estado de México.- El padre José Rigoberto Alvarado Ávalos, de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, de la colonia Benito Juárez, en este municipio, atropelló a un feligrés de la comunidad, de 75 años de edad, quien se encuentra grave en un hospital; al parecer el sacerdote intentó huir, pero fue retenido por pobladores.

Laura Hinojosa Ortiz, familiar de Fernando Ávila Ortiz, de 75 años de edad, relató que el pasado 26 de octubre el sacerdote conducía un automóvil Vento azul, con placas de circulación NFJ-27-51, y atropelló al hombre en avenida Álvaro Obregón, colonia Benito Juárez, en la zona sur de Tultitlán.

“Caminaba sobre la banqueta e iba a cruzar la calle. Testigos, que son vecinos y conocidos, refieren que venía un vehículo Vento azul, conducido por un hombre, a exceso de velocidad y hablando por teléfono”, dijo.

Agregó que el conductor pasó las llantas delanteras sobre Ávila Ortiz y en lugar de detenerse pasó también las llantas traseras del automóvil, y testigos lo persiguieron, hasta que lo obligaron a detenerse más adelante.

Dijo que al descender del vehículo se dieron cuenta que se trataba del sacerdote de la comunidad, quien llevaba puesta la sotana.

Ávila Ortiz es feligrés de la citada parroquia de Tultitlán e incluso participaba activamente en los festejos patronales de la localidad.

Hinojosa Ortiz mencionó que su familiar fue trasladado al hospital de Traumatología de Lomas Verdes, en Naucalpan, donde se reporta como grave y requiere de varios estudios y cirugías.

La mujer mencionó que el sacerdote fue trasladado al Ministerio Público de Cuautitlán Izcalli, donde recibió trato preferencial, pues siempre permaneció en las bancas para la ciudadanía y no fue trasladado a galeras.

Agregó que, tras permanecer 48 horas en el sitio, el sacerdote fue liberado y no fue presentado ante un juez de control, a pesar de que atropelló a una persona de la tercera edad y no se detuvo a brindarle auxilio, sino que trató de huir, de lo que existen varios testigos.

“Mi familiar llegó al hospital de Lomas Verdes. Le hacen una cirugía porque tenía una hemorragia interna, empieza a orinar sangre, lleva fractura de pelvis. Cuando los cirujanos le abren el estómago, dicen que se le generó un tumor, al tiempo que estuvo ahí, por toda la sangre. Se lo extirparon. Le extirpan y le contienen la hemorragia, que le afectó la uretra y vejiga. Sufrió insuficiencia renal y cardiaca, los pulmones tampoco le funcionan”, dijo.

Expresó que no han podido operar la fractura en la pelvis, pues los médicos temen que no sobreviva a la cirugía, por lo que colocaron soportes en la cadera para reducir la fractura, que le destrozó la pelvis y “no podrá volver a caminar”.

La mujer dijo que hasta el momento nadie se ha acercado con la familia, ni siquiera para conocer el estado de salud del lesionado; incluso en el Ministerio Público salían y entraban representantes de la Diócesis de Cuautitlán y monjas, pero ni una palabra de aliento proporcionaron a los familiares del hombre.

Detalló que incluso el sacerdote público en redes sociales que estaba en el Ministerio Público y que los familiares del atropellado intentaban desprestigiarlo, mensaje que posteriormente borró.

“Si bien es cierto que no es delito que amerite pena de prisión, el Ministerio Público pudo haber solicitado ante el juez de control para que esa persona garantizara la reparación del daño”, subrayó.

Señaló que familiares y habitantes de la colonia Benito Juárez evalúan realizar movilizaciones para exigir que se haga justicia al respecto y que sean pagados los gastos médicos a Ávila Ortiz.

“Se escuda en el hecho que es un sacerdote. Mi familiar está grave y sigue en terapia intensiva, pero el padre está libre. Dicen que nos queremos aprovechar de esta situación, lo que queremos es que se haga responsable de cuestiones médicas. La entrevista ante el Ministerio Público es tendiente a que los peritos digan que tuvo la culpa mi familiar. Tememos que manipulen los peritajes para que salgan a favor de esta persona”, concluyó.

El padre José Rigoberto Alvarado Ávalos se ordenó el 24 de octubre de 1994, por lo que el accidente ocurrió dos días después de que festejó 24 años de ser sacerdote.

Fuente: A Fondo Edomex

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