Marissa Mayer, máxima responsable de Yahoo desde julio de 2012, tenía el día de ayer marcado en el calendario desde hace tiempo. Por dos motivos: por un lado, presentaba los resultados del segundo trimestre y se esperaba sangría. Así ha sido, la compañía ha presentado unas pérdidas de 490 millones de dólares. Pero había otra razón importante: se acababa el plazo para recibir ofertas de posibles compradores, un proceso que arrancó a comienzos de este año en un intento por salvar lo poco que queda de Yahoo. Y hay una mala noticia: de momento no se conoce una novia (o novio) oficial.
En la presentación de resultados, que puede ser la última de Yahoo como empresa pública, no se revelaron detalles sobre los posibles compradores. No quiere decir que no los haya. Existen. Entre la lista figuran los operadores Verizon, AT&T, o Softbank (que acaba de hacerse con la británica ARM), varias firmas de inversión o el multimillonario Dan Gilbert, dueño del equipo de la NBA Cleveland Cavaliers y amigo de Warren Buffett, quien podría financiar la posible compra. Sin embargo, Mayer se limitó a presentar los resultados sin decir palabra sobre quién puede hacerse con el que fuera el rey de internet hace apenas diez años.
“Con la estructura de costes y número de empleados más bajo de toda una década, continuamos progresando de forma sólida en nuestro plan de 2016”, dijo Mayer en un comunicado. Los resultados excedieron por muy poco las expectativas de los analistas, pero no sirve de nada. Los ingresos ascendieron a 1.308 millones de dólares, un 5% más respecto al año pasado, aunque la cifra clave es otra. Si se descuentan las comisiones que Yahoo tuvo que pagar a sus socios por la adquisición de tráfico online, sus ingresos en realidad cayeron un 19%. Es el sexto declive consecutivo durante los últimos siete trimestres.
Otra cifra deja clara la situación límite de Yahoo: las pérdidas escalaron a los 490 millones de dólares. ¿El motivo? Una depreciación de Tumblr por un valor de 482 millones de dólares. Una prueba más de que la adquisición de la ‘startup’ en el 2013 por 1.100 millones de dólares fue un fracaso.