Cuernavaca, Morelos.- Gran muestra de opulencia se pudo apreciar en la mega bodaza del hijastro del Gobernador de Morelos, Graco Ramírez: un menú digno de la diplomacia, vino a rabiar, autos de lujo, bandas en vivo, servicios de primera, guaruras y choferes, así como la ‘crema y nata’ de la ‘polaca’ guerrerense.
Por lo menos, unos 10 millones de pesos dispendió la familia de Graco en tan pomposa celebración.
Rodrigo Gayosso Cepeda, presidente del Partido de la Revolución Democrática en Morelos, y también hijastro del Gobernador Graco Ramírez, se casó la tarde de este sábado con la diputada federal Melissa Torres Sandoval en la Hacienda de Chiconcuac, perteneciente a este municipio.
En punto de las 12:30 el perredista y la diputada contrajeron nupcias en la capilla de la hacienda a la que solo pudieron entrar los invitados de los novios.
Hasta allí llegaron diputados locales, regidores, integrantes del gabinete de Graco Ramírez, empresarios y políticos, como el panista con aspiraciones presidencias Rafael Moreno Valle, así como el perredista Carlos Navarrete Ruiz.
“Mucha felicidad, por supuesto, y que sea un matrimonio feliz, con hijos, mis mejores deseos”, explicó Moreno Valle al llegar a la Hacienda.
“Los mejores deseos de la familia Navarrete Barajas para nuestro querido amigo y su esposa, Rodrigo es un muchacho muy valioso, un gran amigo nuestro y esperamos que le vaya muy bien en la vida, que le sonría a la vida, que le sonría el amor, que le siente bien el matrimonio y que les vaya muy bien”, expresó por su parte Carlos Navarrete.
Ya para la fiesta en el salón, los habitantes de las zonas aledañas y vecinos comenzaron a maravillarse ante el desfile de lujo y ostentosidad que veían sus ojos: Porsches, Ferraris, Camionetas GMC, Mercedes Benz, BMW, JEEP, Denali, Suburban, deportivos y súper deportivos europeos rugían sus motores al paso de las estrechas calles del poblado.
Los ciclistas y motoristas debían hacerse un lado para dejar pasar a las bellezas de metal y acero. Los autos ya no cupieron en el estacionamiento y tuvieron que quedarse fuera y a un costado del Zócalo de Chiconcuac.
Decenas de guardaespaldas y choferes esperaron durante horas afuera del inmueble a que la fiesta concluyera.
También se vio de que ‘lado masca la iguana’ pues gran parte de la policía municipal y estatal estuvo dando rondines de seguridad alrededor del perímetro de la fiesta.
El dirigente perredista de Morelos ofreció a los más de 500 invitados pudieron paladear un menú de talla internacional con platillos como pasta filo rellena de queso camembert con salsa de tamarindo, ceviche de lenguado con alcaparra y pepino a la soya, así como tarta de jitomate confitado relleno de queso de cabra sobre vinagreta de albahaca; también se sirvió pato confitado y vegetales sobre un coulis de chabacano y mostaza rústica, salmón en salsa tailandesa, filete de res con salsa de mostaza dijon.
De postre hubo nada más que exquisiteces como bomba de mousse de chocolate y naranja glaseada sobre coulis de mango, aro de chocolate con mousse de limón, pera pochada al vino tinto rellena de queso mascarpone y limón en hojaldre. Hay más, pero la lista es bastante ilustrativa.
Cada plato por invitado costó más de 3 mil pesos por lo que se dispendiaron más de un millón y medio de pesos. Además se sabe que de las sillas pudo haber sido por lo menos un millón de pesos pues se trataba de mobiliario vintage y minimalista.
¿Cómo ven? Ya como está de moda alguien debería investigar las facturas y ver si todo el dinero viene del bolsilo de Graco Ramírez o si hay algún desvío del erario.