Luis María Aguilar recordó al presidente la máxima del Benemérito de las Américas: “nada por la fuerza, todo por la razón y por el derecho”.

El presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Luis María Aguilar, defendió la independencia del máximo tribunal del país y destacó la importancia de la separación de poderes, al tiempo que refrendó su convicción de combatir la corrupción en el Poder Judicial de la Federación.

El ministro rindió este jueves su cuarto informe de labores, donde señaló que la impartición de justicia “debe ser una práctica cotidiana de virtudes y”, y agregó que para su ejercicio se debe defender primero “nuestra independencia real y absoluta”.

“Sólo así desempeñaremos adecuadamente la elevada responsabilidad de cumplir y hacer cumplir la Constitución. Mi convicción es que si un juez no goza de condiciones de independencia deja de ser Juez, para convertirse en el mandadero de alguien”.

En este sentido, recalcó que no puede tolerarse en el Poder Judicial “el menor acto de corrupción” y, cuando se encuentre alguna irregularidad, ésta debe ser combatida “con la máxima severidad posible”.

Aguilar Morales se dirigió luego al presidente Andrés Manuel López Obrador, quien estaba sentado a su lado, destacando que su presencia en el acto es un ejemplo “de la normalidad democrática con la que estamos obligados a conducirnos quienes representamos a las instituciones del Estado Mexicano”.

Luego, recurrió a la figura de Benito Juárez para defender la independencia del tribunal. “Este recinto honra el legado de Benito Pablo Juárez García, ministro y presidente de este Alto Tribunal. Esos valores universales guían nuestra actuación. No se olvide”.

Dirigiéndose una vez más a López Obrador, el ministro presidente apuntó que una de sus muchas coincidencias es la máxima de Juárez García: “nada por la fuerza, todo por la razón y por el derecho”.

Además, señaló que “quienes integramos al Poder Judicial de la Federación no somos ajenos a la demanda ciudadana de un mejor servicio público, más eficiente, pero sobretodo honesto y transparente”.

Finalmente, reconoció que el tribunal está “destinado y obligado a servir a México”, pues “somos uno de los Poderes de la Unión que, como los demás, se instituye para el beneficio del pueblo”.

“Hagamos realidad, juntos, señor Presidente, señores legisladores, el anhelo de los próceres constitucionalistas de nuestra patria para ser grandes, justos y respetados entre los demás pueblos de la tierra. Nada, ni nadie sobre la Constitución”, remató.