Para ella fue la forma más rápida de salir de sus problemas, se cansó, se cansó de luchar, de ganar 820 semanales y que este dinero no le alcanzará para los gastos de ella y sus dos hijos, además tenía una deuda con el Infonavit y de no pagarla sería desalojados de su casa.
Sol, tenía dos hijos de Alberto de 14 y Óscar de 7 años, ellos tuvieron que abandonar la escuela ya que no tenía los medios para seguir estudiando.
En una carta encontrada en la casa de la familia, ubicada en el Fraccionamiento Los Agaves, la mujer explicaba los motivos de lo que hizo, la decisión de abrir la llave del gas y encerrarse con sus hijos en su casa, donde murieron debido a una intoxicación.
En la carta la mujer también pidió al gobernador del estado crear verdaderos programas que actúen en favor de los ciudadanos de Jalisco.
En el texto señalaba que su pareja la había abandonado y acusaba a las instancias de Gobierno de haberle negado el apoyo para mantener a sus hijos.
Los cuerpos fueron encontrados en la recámara de los menores, y el avanzado estado de descomposición indicaban que la familia llevaba muerta una semana.
La carta, cuentan quienes la leyeron, era un testimonio de depresión, enojo y frustración, pero sobre todo mostraba el deseo de Sol por ser perdonada, aunque también era un esfuerzo por explicar su suicidio y el asesinato de sus hijos: la vida es insoportable cuando la pobreza es tan fuerte que asfixia, así lo describe el periodista Oscar Balderas donde habla del suicido de Sol y sus dos hijos.