Por unanimidad, el pleno del Senado aprobó reforma a la Ley del Servicio Exterior Mexicano que fortalecen las prestaciones sociales a quienes se desempeñan en el extranjero, y les impone rendir cada año un informe de labores a la Cámara alta.
El proyecto de decreto fue enviado a la Cámara de Diputados para su revisión y votación, luego de que se revisaron en el Senado 28 iniciativas y que la semana pasada se revisaron y aprobaron en un dictamen como lo indicó el senador Víctor Hermosillo y Celada.
Entre las nuevas normas, queda establecido que la edad de jubilación en el Servicio Exterior Mexicano pase de 65 años de edad a 70 años, y que se fije una indemnización de un mes de sueldo por cada año de servicios. En caso de fallecimiento, los deudos tendrán derecho a ese apoyo.
Para la designación del personal del Servicio Exterior, los nombramientos pararán por el estudio de una comisión que será presidida por el secretario de Relaciones Exteriores, quien podrá designar hasta 18% del personal temporal de manera directa.
La presidenta de la Comisión de Relaciones Exteriores, Laura Rojas, presentó el dictamen que beneficiará a los mil 400 profesionales que integran el Servicio Exterior Mexicano y que han estado regidos por una ley que no se toda desde hace 20 años, periodo en el cual los sueldos se han depreciado 25%, y las condiciones de trabajo han ido a la baja y se tiene una deuda de igualdad en las oportunidades con las mujeres, lo cual podrá corregirse con las nuevas disposiciones.
El senador Miguel Romo Medina dijo que el presidente Enrique Peña Nieto y el secretario de Relaciones Exteriores, Luis Videgaray Caso, apoyaron la reforma de esta legislación con el objetivo de “generar mejores condiciones de ingreso, desarrollo y retiro de los miembros del servicio exterior”.
Las reformas plantean una visión estratégica de la diplomacia que incluya beneficios como la igualdad de género y retribuir con justicia el servicio de sus miembros y de sus propias familias.
Otros beneficios consiste, dijo Romo, en que la edad de jubilación se incrementa a 70 años de edad, y continúa como opcional la de 65 años, y ello permitirá no desechar prematuramente la experiencia del personal del servicio exterior, “en tiempos en que más se necesita, en el contexto mundial actual”.
Señaló que se agrega un apoyo económico complementario a la pensión, así como un apoyo integral para la educación especial y asistencia técnica para dependientes económicos con una incapacidad que le impida subsistir.
De incluye, dijo Romo al pleno, la licencia de paternidad y permiso en caso de adopción, y si el nacimiento de un hijo ocurre en condiciones de gravedad se extiende licencia a los servidores del servicio exterior.
“El objeto de estas modificaciones es el fortalecimiento y profesionalización del Servicio Exterior Mexicano, pues constituye una herramienta valiosa para hacer frente a la política internacional actual y futura”.