Cuando el pasado 6 de octubre el diario The New York Times destapó el historial, la Academia del cine de Estados Unidos se reunió de urgencia ayer para tomar medidas ante el escándalo sexual que envuelve a Harvey Weinstein, uno de los productores más poderosos de Hollywood y que ahora encarna el lado más oscuro del séptimo arte.
Weinstein, de 65 años, que fue expulsado ayer oficialmente de la Academia, cayó en desgracia cuando el diario The New York Times publicó el 5 de octubre un explosivo artículo sobre sus abusos contra jóvenes actrices y asistentes principalmente. Desde entonces se han sucedido las acusaciones públicas.
La Academia, encargada de entregar los premios Óscar, tachó el contenido de las denuncias de “repugnante, aborrecible y antiético” con sus estándares y “la comunidad de creativos que representa”.
La reunión, que comenzó poco antes de las 10:00 locales (17:00 GMT), analizó los señalamientos contra el otrora magnate del cine —cuyas películas han recibido más de 300 nominaciones al Óscar y 80 estatuillas— y tomará “acciones”.
¿Expulsarlo es una opción? “Ya está fuera”, aseguró a la revista The Hollywood Reporter (THR) el expresidente de la Academia Sid Ganis. “Definitivamente debe ser expulsado”, dijo su hermano Bob en una entrevista al mismo medio.
El sindicato de productores (PGA) también se reunió ayer para “considerar procedimientos disciplinarios y el estatus de su membresía.
La Academia Británica de Artes Cinematográficas y de Televisión (Bafta) lo suspendió el miércoles al concluir que su comportamiento era “inaceptable”.
Código del Silencio
El escándalo de acoso sexual de Weinstein fue presentado en el New York Times por Jodi Kantor y Megan Twohey la semana pasada, y desde su publicación el jueves, un número creciente de mujeres se han presentado para hablar sobre sus experiencias con Weinstein. Las acusaciones que ahora llueven, pero que desde hace 20 años parecen haber sido susurradas hasta los medios.
Ronan Farrow, autor de un artículo en la revista “The New Yorker” publicado el martes con una decena de testimonios contra Weinstein, dijo que propuso antes el tema a la cadena televisiva NBC, que se negó a difundirlo.
“En un periodo de varios años, muchos medios trabajaron en esta historia y enfrentan muy fuertes presiones”, dijo el hijo de Mia Farrow y Woody Allen, refiriéndose a las denuncias de acoso sexual, agresión sexual y violaciones.
Desde que salió a la luz el escándalo, una treintena de actrices dijeron haber sido objeto de insinuaciones sexuales del productor. Las intérpretes Asia Argento, Lucia Evans, Rose McGowan y una otra mujer que permanece bajo el anonimato lo acusan de violación.
La Policía de Nueva York y Reino Unido abrieron una investigación en su contra.
“No estoy muy bien, pero lo intento”, dijo Weinstein a paparazzis frente a la casa de una de sus hijas. “Necesito ayuda, todos cometemos errores, espero tener una segunda oportunidad”.
La audiencia estadounidense parece no estar dispuesta a dársela. Así lo muestra un sondeo en curso de Jeetendr Sehdev, un experto en imagen de celebridades, que reveló que 82% de los encuestados pidió la expulsión del productor de la Academia y 70% dijo que estaría “estupefacto” si no lo sacan.
“Tal vez Hollywood deje de dar estúpidas lecciones de moral”, ha señalado el hijo mayor del presidente Donald Trump. Algo de razón no le falta porque el caso es que en la meca del cine todos sabían lo que ocurría. Es lo que sostiene la actriz francesa Léa Seydoux, que ha escrito su historia en ‘The Guardian’. “Estábamos hablando en el sofá cuando saltó sobre mí e intentó besarme. Tuve que defenderme. Es grande y gordo, así que tuve que ser fuerte para resistirme. Salí de su habitación asqueada”. Según Seydoux, Weinstein alardeaba de las mujeres con las que había tenido sexo en Hollywood y sus comentarios misóginos eran constantes.
Sus excesos eran tan conocidos que incluso fueron objeto de bromas televisivas. En un episodio del programa ’30 Rock’, Jenna (Jane Krakowski) dijo que no le tenía miedo a nada en la industria porque «rechazó tener sexo con Harvey Weinstein en no menos de tres oportunidades… de cinco». «Todo el mundo sabía lo que hacía y nadie hizo nada», denunció Seydoux. Todos se taparon las narices y aguardaron el momento.