Para que tengas un momento “Bruce” sin remordimientos
Bien lo decía Julia Child: “A party without cake is just a meeting” (una fiesta sin pastel es una simple reunión).
El pastel de chocolate es un ícono de la repostería en general, recuerda todos los cumpleaños y reuniones familiares. Pero cuando un pastel está realmente bien hecho, se convierte en un recuerdo para siempre.
Estos tips para obtener un pastel de chocolate esponjoso te facilitarán el proceso y realzarán el sabor, sea cual sea tu receta.
Los ingredientes hacen la diferencia
Utiliza harina para pastel o blanqueada (de preferencia cierne en un colador para un resultado más fino).
Compra chocolate al 70%, es el punto exacto para un pastel chocolatoso pero sin ser amargo o excesivamente dulce.
La cocoa es tu mejor amiga, añadir partes iguales de cocoa en polvo (cuando agregues los ingredientes secos) y un poco de chocolate derretido marcará la diferencia y le dará ese punch extra de sabor e intensidad.
Asegúrate de que tu polvo para hornear o bicarbonato de sodio no tengan más de seis meses un tu alacena, si no puedo resultar contraproducente para tu mezcla -o se puede caer más fácil al hornear.
Para la mezcla
Lo principal es mezclar todos los ingredientes secos primero (harina, polvo para hornear, una pizca de sal para balancear y cocoa, mucha cocoa).
Cuando mezcles los líquidos, puedes incorporar una cucharada de aceite de olivo para que esté suave pero sin ser muy grasoso (esto solo si la receta no indica que pongas otro tipo de aceite).
Si quieres darle un toque especial cuando mezcles la harina, añade un poco de canela, las semillas de una vaina de vainilla y un poco de café espresso en polvo (una cucharada está bien) le da un extra kick.
Al incorporar los huevos en tu receta, lo mejor es que los añadas en dos partes, de esta manera se incorporará mejor con la harina y se podrá formar la estructura óptima.
Recuerda siempre limpiar muy bien el bowl con una espátula y añadir eso a la mezcla que coloques en el molde.
Para el molde
Utiliza mantequilla sin sal y asegúrate de alcanzar cada rincón del molde.
Añade una buena cantidad de harina y mueve de arriba a abajo hasta quitar el exceso. Recuerda que hacer las cosas bien desde el principio es la clave para que no se estropee nada durante el horneado (o en este caso para que no se pegue).
Al hornear
No abras el horno los primeros 15 minutos (en serio) se puede bajar el pastel y estarás muy triste con el resultado.
Deja hornear lo que indique tu receta, por lo general son de 30-40 minutos.
Para asegurarte que está bien cocido, puedes insertar un palito de madera o metal al centro del pastel, si sale seco significa que está listo.
Salvación para tú pastel (para ti)
Siempre, siempre deja que repose el pastel. Al sacarlo del horno, pon una charola o reja sobre el molde del pastel, da vuelta y deja (con el molde puesto) reposar unos 5 minutos, después quita el molde y deja enfriar completamente antes de poner el ganache.
Para el ganache
Una forma fácil y rápida de hacer ganache casero es calentar aproximadamente 1/2 taza de crema para batir e incorporarla a un bowl con hojuelas de chocolate de tu preferencia, bate con un globo hasta que no tenga ningún grumo y baña tu pastel (sí, suena rápido, pero sé cuidadoso para que no se endurezca tan rápido).
El tip del estilo (si eres aventurero): Dale un toque inusual a tu pastel y al terminar de poner el ganache, espolvorea unos cuantos granos de sal de grano, la combinación de sabores es una grata sorpresa.