La señora Andrea dice que está a punto de perder su inversión y renunciar a Uber. Apenas en diciembre pasado, un “coyote” le vendió los servicios de un chofer que trabajó su auto en la plataforma, pero en menos de dos semanas encontró su peor pesadilla: el chofer fue expulsado por mal servicio, éste le chocó el carro y ahora ni el chofer ni el coyote dan la cara.

Del monto que pagó por el chofer fueron dos mil 500 pesos. A esto se añaden otros 580 que tuvo que pagar por un examen que no realizó, porque supuestamente el chofer ya estaba acreditado. Hasta el momento son tres mil 80 pesos.

De acuerdo con la estimación del taller mecánico, el golpe al vehículo tendrá un costo de reparación que podría llegar a los siete mil pesos. Y además de eso, el chofer se quedó sin pagar dos mil 150 pesos que le subsidiaron de gasolina, para que comenzara a trabajar. En total: 12 mil 230 pesos que ya se perdieron.

Tras publicarse el hallazgo de la generación de mafias y redes de subcontratación en torno a las plataformas de servicios de transporte, la señora Andrea se comunicó a esta casa editorial para platicar su testimonio, con la esperanza de que este tipo de personas ya no defrauden a más inversionistas que creyeron en la plataforma como una manera de hacer negocio.

Cuenta la señora Andrea que “la verdad es que no es el negocio que estábamos esperando. Desde septiembre que empezamos, y todavía no nos dan los números. Creo que es negocio para quien puede ser su propio socio y chofer, pero no para quien busca que otros trabajen los autos”.

Los coyotes en torno a Uber funcionan de la siguiente manera: ante el déficit de choferes, empresas y particulares regentean personas para ubicarlos como conductores. Y lo hacen sin las garantías mínimas de trabajo. No existen contratos ni acuerdos notariales de por medio, todo es de palabra. “Y es un error que cometimos, y está mal y aprendimos de estas caídas”.

Por su parte, la empresa Uber no se hace responsable de estos acuerdos entre particulares para que ingresen a operar a su plataforma. En un comunicado, la empresa ha dicho que está a favor “de una regulación que ponga en el centro el derecho del ciudadano a elegir cómo, dónde y con quién se quiere trasladar en su ciudad. Asimismo, que abrace innovación tecnológica como la de Uber, que genera oportunidades de autoempleo y emprendimiento para los jaliscienses que buscan un trabajo digno, bien remunerado y dentro de la economía formal”.