Un puñado de diputados federales avalan las leyes en nuestro país. Mientras que la tercera parte no asiste a las votaciones, poco menos de la mitad del total (43 por ciento de los congresistas) aprueba las mociones.
Los legisladores discuten por estos días la posibilidad de un periodo extraordinario de sesiones –ya sea para mayo o junio– que saque dictámenes como el de la eliminación del fuero a todos los servidores públicos. Pero en la LXIII Legislatura, en promedio, la Cámara de Diputados operó con 335 de 500 integrantes. De ellos, sólo 218 favorecieron con su voto la aprobación de iniciativas y leyes, lo que quiere decir que, una minoría de los legisladores de la Cámara Baja, ha decidido parte del destino legal de la República Mexicana.
El periodo de operación de esta legislatura coincide con el de inicio de las campañas en todo el país.
De acuerdo con el artículo 63 constitucional, ninguna de las dos cámaras del Congreso de la Unión puede “abrir sus sesiones ni ejercer su cargo sin la concurrencia, en cada una de ellas, de más de la mitad del número total de sus miembros”. Como mínimo, pues, debe haber 226 diputados por sesión.
A pesar de que la Ley se cumple, las inasistencias de los diputados nos salen caro a los mexicanos.
Según datos del Presupuesto de Egresos de la Federación de este año, cada uno de ellos nos cuesta 5 mil 255 pesos diarios (o 159 mil 843 pesos mensuales). Y las cifras de la Gaceta Parlamentaria de la Cámara de Diputados refieren que, en promedio, 147 diputados no asisten a las asambleas.
Eso significaría que al menos, por sesión, el erario público estaría invirtiendo 772 mil 485 pesos en diputados faltistas.
De acuerdo con el artículo 48 del Reglamento de la Cámara de Diputados, las faltas de los legisladores son justificables en caso de enfermedad, gestación y maternidad, o por el “cumplimiento de encomiendas autorizadas por el Pleno, la Junta, la Mesa Directiva, el Coordinador o alguna comisión a la que pertenezca”.
Asimismo, en el numeral tres de ese mismo artículo, queda establecido que por “ningún motivo se podrán justificar las inasistencias cuando se trate de asuntos de carácter personal”.
En contraste, la legislación vigente, artículo 193, establece que las faltas no justificadas tendrán como consecuencia el descuento de la dieta o salario (3 mil 935 pesos netos).
El último comunicado al respecto, hecho público por la Dirección General de Finanzas de la Cámara de Diputados (oficio DGF/LXIII/1821/2017), refiere que entre septiembre de 2015 y diciembre de 2017, sólo 57 diputados pagaron las consecuencias de haber faltado en 106 ocasiones sin justificación.
La media centena de legisladores faltistas, encabezada entonces por la morenista Rocío Nahle García (11 faltas), el independiente Manuel Clouthier Carrillo (7), además de la priista Juana Aurora Cavazos, el perredista Luis Maldonado Venegas y el panista Miguel Ángel Salim Alle (empatados en cinco), supusieron una multa conjunta por 372 mil 335 pesos.
Los resultados actuales contrastan con lo expresado por Edgar Romo García, presidente de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados.
El 30 de abril, al concluir el segundo período de sesiones ordinarias del tercer año de la LXIII Legislatura, dijo que los congresistas habían “acreditado voluntad política y compromiso para representar a las mexicanas y los mexicanos a través de su trabajo legislativo”.
Para el priista, esta legislatura fue “histórica, porque en los momentos más difíciles, en momentos complejos, supo ser corresponsable para garantizar y preservar la gobernabilidad democrática, y supo también asumir el compromiso de legislar por México, anteponiendo siempre los intereses superiores de la nación y siendo sensible a las necesidades de la sociedad mexicana”, se lee en una misiva oficial.
Pese al buen trabajo legislativo que pudieran estar realizando los diputados federales, la información disponible en la Cámara Baja refiere que, sólo entre febrero y abril de 2018, fueron celebradas 134 votaciones. El partido que más “ausencias” tuvo, de manera proporcional a su número de legisladores, fue el Partido Verde Ecologista de México (PVEM) con 43 por ciento de inasistencia (16 de sus 38 diputados, en promedio, faltaron por sesión).