Eso no pasará pues el presidente electo ya fue amenazado. Un decreto de Benito Juárez, cuando era presidente, es la excusa que encontraron los magistrados de Poder Judicial de la Federación para no bajarse el salario.

Pero ese decreto lo puede echar abajo otro decreto presidencial; sin embargo, Andrés Manuel López Obrador no quiere enfrentamientos con los magistrados, pues en la Suprema Corte de Justicia de la Nación, es el único organismo que le puede echar abajo todas sus reformas y prefiere lleva la fiesta en paz y que esos sigan siendo los mexicanos con mejor salario, aunque violen la Constitución.

Olga Sánchez Cordero, quien sería la futura secretaria de Gobernación, recordó que el Benemérito de las Américas adoptó esta disposición del siglo XVII de Inglaterra para garantizar la independencia y autonomía del poder judicial.

La exministra anticipó que debido a la insistencia del presidente electo de bajar los sueldos de ministros y magistrados haya un choque entre normas constitucionales que en un futuro tendrán que dirimirse.

“Él va a plantear y habrá esta aparente colisión de normas constitucionales que habrá en algún momento dado que resolverse porque la norma constitucional del 94 ahí está y no es de ahorita, ni de la constitución del 17, es de la constitución de 1857 para que te des una idea de cómo viene esta, digamos, esta norma constitucional desde esa época”, explicó.

Los magistrados dijeron que aceptarían una reducción de presupuesto, pero es el excedente que ha dado el gobierno federal para tener contentos a los magistrados, que debería ser un balance en el poder, pero ha resultado ser otro poder que abusa.

El abuso de los magistrados no solo es por el salario que reciben, sino por las prestaciones, además de cerrar entradas del Metro, cuando les place o circular en sentido contrario en el Centro Histórico.