La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) afecta a miles de mujeres que cocinan con estufas de leña; sin embargo, se requiere mucho más que un reemplazo de estufas para resolver el problema, explicó la doctora Helena Solleiro, de la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
Según registros del Instituto Nacional de Enfermedades Respiratorias (INER), la EPOC es la quinta causa de mortalidad en el país. Sus síntomas se presentan de forma crónica por inflamación de los pulmones e incluyen dificultad para respirar, tos, producción de mucosidad y silbido al respirar; esta enfermedad puede ser mortal si no se recibe el tratamiento adecuado y oportuno.
Pese a esto, el apego al tratamiento resulta difícil para muchos enfermos, en especial quienes viven en contextos rurales pues, aunque algunos medicamentos como los broncodilatadores pueden llegar a estar cubiertos por el sistema de salud, hay cosas que no lo están como el oxígeno, que puede alcanzar un costo de hasta 5 mil pesos mensuales, explicó la doctora Solleiro.
“Imagínate a una persona que viene de un ámbito rural y le dicen ‘Tienes EPOC y tienes que usar todo el día el oxígeno’, no lo va a poder sostener y tampoco va a mejorar porque no va a dejar de exponerse”.
Ante el problema, una de las soluciones fue comenzar programas de reemplazo de las estufas de leña por estufas de gas con la inesperada respuesta de que las personas no querían usarlas. “En estos programas, llegan, les dan las estufas mejoradas y no las usan porque cambia el sabor de los alimentos (o porque están acostumbrados a usar la leña)”.
Las tradiciones juegan un papel crucial e influyen en las decisiones de las personas de forma mucho más profunda que las posibles consecuencias de salud que puedan presentarse a largo plazo. ¿Qué hacer entonces?
La doctora aconsejó abordar el problema desde diferentes aristas. Para empezar, es importante tener un diagnóstico correcto de la enfermedad en las comunidades porque muchas veces las personas pueden estar enfermas sin saberlo; también es necesario implementar programas de detección temprana.
Es importante educar a las personas y hacerlo desde un entendimiento cultural. “Se tienen que hacer programas para educar a la gente. Decirles cuál es el impacto en la salud, a largo plazo (…) y hacer un estudio multidisciplinario (de la enfermedad), no nada más que se tomen muestras y que las investiguen los biomédicos sino que haya antropólogos, sociólogos, psicólogos (colaborando)”, concluyó la doctora.