Luego de que decenas de personas perdieron su casa y duermen en la calle o en albergues, han comenzado a abandonar sus mascotas y en el peor de los casos sacrificarlas en los campos de cultivo.
Hasta hoy se han contabilizado 80 perros abandonados en la zona de desastre denunció la organización Patitas de Amor.
En su desesperación, los damnificados han optado por dejar libres a sus mascotas y algunas, acostumbrados a los cuidados de un hogar, deambulan en busca de comida, lo que produce un problema de salud pública.
Con información de Excélsior