Al menos 30 millones de personas en el mundo tienen altos niveles de colesterol en la sangre desde su nacimiento, pero poca gente suele ser diagnosticada de manera oportuna y ello eleva el riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, advirtieron hoy especialistas.
“Al menos 30 millones de personas en el mundo padecen hipercolesterolemia familiar o exceso de colesterol que no depende de los hábitos de vida sino de la herencia, pero menos del 10 % de los pacientes lo sabe”, aseguró a Efe el doctor Pedro Mata
Durante la Cumbre Latinoamericana del Colesterol, desarrollada en Ciudad de México, el presidente de la Fundación Española de Hipercolesterolemia Familiar señaló que uno de los factores que incide en la falta de diagnóstico oportuno es que este padecimiento no genera síntomas.
“Es una enfermedad invisible y es por ello que la mayoría de las personas están sin diagnosticar, pese a que la detección es sencilla y el tratamiento fácil y poco costoso”, aseveró el experto.
Mata explicó que la hipercolesterolemia se diagnostica cuando un paciente tiene niveles de colesterol por arriba de los 290 miligramos por decilitro de sangre.
En Latinoamérica, explicó, esto afecta a unos 2,5 millones de personas, mientras que en México se estima que incide en unas 500.000 personas.
El peligro es que tener el colesterol alto es el principal factor de riesgo para desarrollar enfermedades cardiovasculares, la cual es la principal causa de muerte a nivel mundial, agregó.
“Es por ello la importancia del diagnóstico oportuno. Si bien, la hipercolesterolemia es un padecimiento incurable, puede ser controlable de ser diagnosticada oportunamente, y más aún si es hereditaria, pues la mitad de la familia de una persona con esta enfermedad padece la misma afección”, señaló.
Dijo que, tan solo con que un doctor diagnostique a seis pacientes, se puede evitar un infarto en los próximos diez años.
Y es que, de acuerdo con el especialista, las enfermedades cardiovasculares pueden derivar en un infarto al corazón o en el cerebro.
Esto se agrava si se considera que 25 % de los pacientes que sufren un infarto mueren en el momento.
“Tenemos que detectar a tiempo, pues esto no solo salva vidas, sino también gastos sociales”, aseguró.
El especialista destacó también la importancia de la educación de los profesionales de salud, pues dijo, muchos no suelen preguntar a los pacientes que tienen colesterol alto si alguien de su familia también lo padece, lo que ayudaría a un diagnóstico temprano y a reducir las complicaciones.
En este sentido, países como Brasil y Estados Unidos han hecho esfuerzos para lograr un tamizaje en la infancia.
“En Brasil, tenemos un tamizaje genético que nos ha ayudado a encontrar a unas 1.500 personas con la enfermedad, aunque sigue siendo un reto el diagnóstico temprano”, señaló Raúl Santos, presidente de la Asociación Internacional de Aterosclerosis.
Mientras que Jasmine Patel, gerente de Relaciones Públicas de la FH Foundation, señaló que Estados Unidos ha comenzado un programa de tamizaje (detección) en niños con lo que se busca prevenir que tengan complicaciones más adelante.
Mata señaló que es entre los 2 y los 8 años de edad, el momento ideal de realizar esta prueba “pues es cuando las personas comienzan a forjar sus hábitos alimenticios para el resto de su vida”, dijo.
Finalmente, el experto exaltó tanto el deber de los gobiernos en garantizar el acceso a los medicamentos como la corresponsabilidad de los pacientes, quienes deben procurar el apego al tratamiento para evitar complicaciones.
“Desafortunadamente este es otro problema, pues menos de 20 % de las personas mantienen el tratamiento adecuado, el cual debe ser a largo plazo”, finalizó.