Donald Trump se metió este viernes de lleno en la polémica por el rechazo de Apple a ayudar al FBI a desbloquear y acceder al teléfono iPhone usado por uno de los dos autores del tiroteo de diciembre en San Bernardino (California), en el que murieron 14 personas. En un acto de campaña en Carolina del Sur, el candidato republicano pidió boicotear a la empresa tecnológica hasta que acceda a la petición hecha por una jueza federal.
“Boicotea a Apple hasta el momento en que den esa información”, dijo Trump en un acto en Pawleys Island, al noreste de Charleston. “Se me acaba de ocurrir”, agregó.
Unas horas después, en un mitin en North Charleston, reiteró su propuesta de no comprar productos de Apple. Y extendió sus ataques al gigante tecnológico. “Quiero ver el día en que Apple haga sus productos aquí, no en China”, dijo ante cientos de personas en un pabellón de un centro de convenciones a las afueras de la principal ciudad de Carolina del Sur.
No era una crítica insólita. En enero, Trump ya pidió a la empresa californiana que fabricara sus productos en Estados Unidos. El candidato ha hecho de la lucha contra la deslocalización manufacturera uno de sus principales lemas de campaña.
Las palabras del magnate inmobiliario, que encabeza las encuestas de los aspirantes republicanos a la Casa Blanca, llegan un día antes de las primarias en Carolina del Sur para elegir al candidato republicano. Y al día siguiente de que Trump chocara con el Papa Francisco.
El pontífice dijo que Trump “no es cristiano” por su propuesta de construir un muro fronterizo con México. Y el candidato respondió considerando “vergonzoso” que “un líder religioso cuestione la fe de una persona”.
Pese a su petición de boicot contra Apple, el equipo de Trump usa sus productos. Mientras el empresario hablaba en Carolina del Sur, su perfil de Twitter publicaba un mensaje que indicaba que se había escrito desde un iPhone, según informa la agencia Reuters.