Alejandro Encinas les recordó que la corrupción “tiene dos caras: el que corrompe y el que se deja corromper”.
Los senadores saltaron en sus curules al enterarse que la cúpula empresarial protestaba en el Ángel de la Independencia por la ley anticorrupción.
Inmediatamente deploraron la acción implementada por obligarlos a presentar declaraciones patrimonial, de intereses y fiscales, establecidas en las leyes anticorrupción.
“Debería darles vergüenza” esa posición y realizar “una movilización grotesca” para presionar y que no se les aplique la ley 3de3 que ellos impulsaron, como si no estuviera clara la colusión del sector privado con el poder público para lucrar, consideró el coordinador del Partido de Trabajo (PT), Manuel Bartlett.
Por su parte, Alejandro Encinas, del Partido de la Revolución Democrática (PRD) les recordó que la corrupción “tiene dos caras: el que corrompe y el que se deja corromper”.
Destacó que hay un grupo pequeño de grandes empresarios que se ha enriquecido con contratos y obras públicas, muchas veces con base en sobornos.
La misma postura que sus compañeros senadores adoptó Joel Ayala del Partido Revolucionario Institucional (PRI) , quien pidió a los integrantes de la cúpula patronal no quejarse y recordar que también manejan recursos públicos y deben dar cuenta de ello.
“La ley debe ser pareja, pero los empresarios quieren siempre defender sus grandes intereses”, sostuvo.
De acuerdo con Bartlett, fue la Coparmex, por medio de organizaciones afines, como el Instituto Mexicano de la Competitividad (Imco) o Transparencia Mexicana, la que tomó como bandera la ley anticorrupción, no organizaciones ciudadanas, como se ha dicho, y ahora quieren quedar fuera de las normas que se establecieron.