A un costado del libramiento Jorge Jiménez Cantú y el camino a La Querencia, en el que antes fue el rancho Las Mercedes, se construye un parque que está llamado a ser uno de los más espectaculares del país. Constará de canchas de futbol rápido, una zona para practicar skateboarding, ciclovías, trotapistas, auditorio abierto, muelle, humedales, ramblas, andadores peatonales, gimnasio, aparatos para ejercitarse, juegos infantiles, acuáticos, laberintos, áreas verdes, tres lagos, fuentes, zona para perros, estacionamiento para 218 automóviles y un mirador desde donde se podrá apreciar el conjunto de 1,950 metros cuadrados.
El complejo, sin embargo, entraña irregularidades. No solo debió inaugurarse en junio, sino que su construcción encalla en procesos turbios.
El llamado Parque Ecológico con Unidad Deportiva para Atlacomulco es “la obra” del sexenio en esta zona de la entidad. Fue uno de los compromisos que, hace cinco años, durante su campaña presidencial, Enrique Peña Nieto firmó ante notario público. La promesa número 173 de las 266 que hizo para todo el país. Una vez instalado en Los Pinos, se transfirieron al gobierno del Estado de México más de 500 millones de pesos para que se encargara del proyecto.
Funcionarios del Ayuntamiento de Atlacomulco explicaron a Newsweek en Español que el parque debía haberse concluido en junio pasado, que incluso el plan del presidente era llegar a inaugurarlo, junto con el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, un funcionario bastante conocido en la entidad, desde su paso como secretario general de gobierno en la administración de Alfredo del Mazo González, y como secretario de Comunicaciones en la administración del propio Peña Nieto. Por ahora, Ruiz Esparza se ha convertido en el impresentable del gabinete a raíz del escándalo por el Paso Exprés de Cuernavaca.
En su página de internet, el Ayuntamiento que preside Ana María Chimal Velasco promueve esa construcción como “una de las infraestructuras de recreación más importantes del municipio; que dinamice, mejore la vida social, cultural, económica y ambiental de la región”. Pero de ahí no pasa: hasta hoy se mantiene como imagen en la red y dista mucho de lo que se tiene construido a la fecha.
Atenidos al calendario de la inauguración oficial, su construcción presenta evidentes atrasos: aún no hay lagos, ni el muelle, ni las canchas, ni el gimnasio, tampoco fuentes de laberinto. Si acaso unos cuantos árboles plantados, bancos de arena y tezontle y pilas de adoquines que coloca una cuadrilla de trabajadores a los pies de una decena de juegos infantiles y en derredor de bancas de metal aún cubiertas con plásticos.
Las autoridades mexiquenses y las del Ayuntamiento mantienen gran hermetismo sobre esta obra. Newsweek en Español ha solicitado entrevistas con las autoridades que la tienen a su cargo sin que hasta este momento haya respuesta.
Entre los diversos elementos que saltan en esta obra, está su ubicación y la identidad de los propietarios de los linderos.
El 17 de junio de 2012, hace ya cinco años, en el marco del Día del Padre, el entonces candidato Peña, en su mitin aquí en Atlacomulco anunció y firmó la construcción del parque ecológico, junto con otros dos compromisos para este mismo municipio: el mejoramiento de la imagen urbana y la modernización de la terminal de autobuses (compromisos 173, 172 y 174, respectivamente).
Dentro del plan de Presidencia para este compromiso, en junio de 2014, la Comisión Nacional Forestal (Conafor), el organismo público descentralizado de la Semarnat, firmó con el gobierno del Estado de México un convenio para ejecutar la construcción.
En este se especificaron los recursos económicos asignados a la obra: 500 millones de pesos, por “los costos para la elaboración del estudio, proyecto, construcción, supervisión, y el desarrollo”.
El mismo monto se etiquetó en el calendario de programación de obras del gobierno del Estado de México, como puede leerse en los documentos de los cuales Newsweek en Español tiene copia.
El predio elegido —según un anexo del convenio CG-173— “es propiedad del gobierno del Estado”, y son terrenos del predio denominado Rancho Las Mercedes, en el Distrito de El Oro, municipio de Atlacomulco. Más interesante, sin duda, es quiénes son los vecinos.
“Se identifica como las fracciones de terreno marcadas con los números 3 y 5 de la Sección 1a. y 2a., del predio denominado ‘Rancho Las Mercedes’… con las superficies y linderos siguientes: Fracción 3: superficie: 01-85-02 una hectárea ochenta y cinco áreas, dos centiáreas, al Norte 116.20 metros con la Quinta Margarita, propiedad de Doña Margarita González Mercado viuda de Del Mazo”.
A letra seguida se detallan colindancias: “Al sur, 114.00 metros con el libramiento sur de Atlacomulco. Al oriente, 167.10 metros, con fracción vendida al señor Héctor del Mazo González. Al Poniente, 146.60 metros, con fracción vendida a la señorita Susana del Mazo González. Fracción 5. Superficie: 29-86-20 veintinueve hectáreas, ochenta y seis áreas, veinte centiáreas.
“Al Norte, 2 líneas 816.20 metros, con Felipe Plata, Héctor, Alfredo, Eduardo y Susana, todos de apellido Del Mazo González y 34.40 metros con familia González Cruz, en estas líneas Dren Cote Las Mercedes de por medio.
“Al Sur, 604.40 metros con fracción vendida a Susana del Mazo González. Al Oriente, en dos líneas, una de 400.00 metros y otra de 105.10 metros, con fracción vendida a Susana Del Mazo González y Paula Suárez Ocaña.
“Al Oeste suroeste, 320.50 metros, con fracción vendida al señor Héctor del Mazo González.
“Al Poniente, 145 metros, con Javier Mercado, Canal de Riego de por medio”.
Margarita González Mercado, a quien se atribuye la propiedad de la Quinta Margarita, vecina al parque, es abuela paterna de Alfredo del Mazo Maza, gobernador electo del estado de México. Los otros propietarios de los terrenos aledaños son sus hijos.
En 1931, Margarita González Mercado contrajo nupcias con Alfredo del Mazo Vélez. Ambos son padres de Alfredo del Mazo González, padre de Alfredo del Mazo Maza. El linaje de los tres Alfredos, gobernadores de la entidad.
El matrimonio procreó cuatro hijos: Alfredo, Héctor, Susana y Eduardo del Mazo González.
Susana del Mazo González es hija de Margarita González, hermana de Alfredo Del Mazo González, es decir, tía del gobernador electo Alfredo del Mazo.
La Quinta Margaritaera al parecer una casa de descanso para la familia Del Mazo. En el libro Arturo Montiel, desde Atlacomulco, Norma Meraz hace referencia a su forma de vacacionar, Montiel, con los Del Mazo en la Quinta Margarita:
“En esa época me hice amigo de Alfredo del Mazo González, hijo de don Alfredo del Mazo Vélez, que, aunque toluqueño, era asiduo de Atlacomulco, donde su padre había nacido. Éramos niños, casi adolescentes, y viviendo en Atlacomulco conocimos a muchas personalidades, convivimos con ellas y de alguna manera nos marcaron y formaron. Ambos fuimos, después, gobernadores.
“Recuerdo que Alfredo se iba a pasar las vacaciones a la Quinta Margarita, en Atlacomulco. Pasaba a la casa y pedía permiso a mis papás para que me fuera con él. En las vacaciones Alfredo y yo convivíamos mucho, todo el tiempo, y solo en las noches regresábamos a mi casa a cenar enchiladas, tostadas y pambazos que mi mamá preparaba. En esas estadías vacacionales jugábamos, entre otras cosas, a las carreras en bicicleta: del rancho Las Mercedes a la Quinta Margarita, a ver quién hacía el mejor tiempo. Recuerdo que don Adolfo López Mateos y don Alfredo del Mazo Vélez en una ocasión nos tomaron el tiempo para ver quién llegaba primero. Creo que él llegó primero y después yo, como sucedió en nuestras carreras políticas. También practicábamos tenis y enlodábamos la cancha de arcilla de la Quinta Margarita, con la reprimenda de don Alfredo.
“Alfredo y yo tuvimos la fortuna de conocer al presidente López Mateos en la Quinta Margarita, cuando su padre don Alfredo del Mazo fue gobernador…”. Es lo que rememora Montiel, tío de Enrique Peña Nieto.
El estatus legal de los terrenos donde se construye el parque no es del todo claro, porque en mayo de 2003, el gobierno de Arturo Montiel emitió un decreto para desincorporar y subastar precisamente esos terrenos. Según el decreto, el gobierno tenía la propiedad de estos, pero la administración de Montiel decidió desincorporarlos y subastarlos, para percibir “ingresos referentes de la venta de bienes muebles e inmuebles”.
Constructora
“Familias más felices, mexiquenses más sanos”, es uno de los lemas de gobierno de Eruviel Ávila Villegas, con el que habla del rescate de espacios públicos y con el que se promueve el parque aludido.
El gobierno del estado le adjudicó la construcción a Launak, S. A. de C. V., la misma empresa a la que se han contratado varios de los proyectos de obra pública más onerosos de la entidad en la administración de Eruviel Ávila Villegas.
Redacción–aristeguinoticias.com/newsweek