El sujeto también deberá pagar una multa de 280 mil 400 pesos o su sustitución a cambio de dos mil jornadas de trabajo comunitario por reparación del daño
Un hombre que secuestró a un transportista en la colonia Sinatel de la delegación Iztapalapa pasará 50 años en la cárcel, informó la Procuraduría General de Justicia capitalina.
De acuerdo con la sentencia dictada por el juez 48 Penal, el sujeto también deberá pagar una multa de 280 mil 400 pesos o su sustitución a cambio de dos mil jornadas de trabajo comunitario por reparación del daño.
El 6 de noviembre de 2015, la víctima iba a bordo de una camioneta Ford F-350 con la intención de trasladar 188 cajas de libros a una librería, ubicada en avenida Año de Juárez, colonia Granjas, delegación Iztapalapa.
En el cruce de las avenidas Circuito Interior y Eduardo Molina, el conductor detuvo la marcha de la unidad por el tránsito vial en la zona.
En ese momento, dos individuos se colocaron en ambos lados del vehículo; uno de ellos subió, se sentó en el asiento del copiloto y le indicó al chofer por dónde conducir.
Minutos después, el agresor le dio al afectado un teléfono celular, desde el cual su cómplice le preguntó datos de su familia y cuánto dinero pagarían para que lo dejaran en libertad.
Cuando el automotor llegó al cruce de avenida Congreso de la Unión y Oriente 85, colonia Mártires de Río Blanco, delegación Gustavo A. Madero, policías que fueron alertados del asalto le cerraron el paso.
Después de que el chofer relató lo sucedido a los uniformados, el imputado, la camioneta y el cargamento que llevaba fueron puestos a disposición del agente del Ministerio Público de la Coordinación Territorial en Venustiano Carranza Tres, quien inició una averiguación previa por el delito de privación ilegal de la libertad en su modalidad de secuestro exprés calificado.
El representante social integró los elementos de prueba suficientes, entre ellos las imágenes de las cámaras de videovigilancia del Centro de Comando y Control C2 Norte, para ejercer acción penal en su contra.
El vehículo de transporte y los libros fueron entregados a la empresa, después de que acreditó su propiedad.