El Gobierno de Andrés Manuel López Obrador (AMLO) redujo significativamente el presupuesto que tradicionalmente se destinaba en publicidad oficial. En comparación con el último año de Enrique Peña Nieto, el recorte ya alcanza el 80%.

El diario El Universal, —que pertenece al empresario Francisco Ealy Ortiz— es uno de los más resentidos con la situación y por ello, prepara un plan de suscripciones para “tratar de equilibrar un negocio para el cual el dinero oficial es determinante”.

Ante esta situación, el empresario invitó a colaboradores cercanos a la 4T, reforzó su nexo con la secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y promovió a una familiar del diario, David Aponte, como funcionaria en Bucareli con la intención de seguir disfrutando las mieles del erario público, pero nada de eso funcionó.

Incluso atacó al consejero jurídico Julio Scherer, —a quien la titular de Segob rechaza— con un reportaje cuya rigurosidad fue cuestionada.

Tan mal le ha ido al diario, que ya está por debajo de los niveles de audiencia digital de Milenio, algo que tiempo atrás era impensado. El sitio de noticias La Política Online menciona que la estrategia de conquistar suscriptores no parece ser una buena idea, pues el mercado mexicano tiene pésimos antecedentes debido a que “la gratuidad domina”.

“El caso negativo más notable es el de Grupo Reforma, cuya audiencia digital se desplomó y que tiene un muro de pago sumamente rígido”, de acuerdo con el sitio.

Por todo esto, El Universal se ha tenido que desprender de inmuebles y ha hechos ajustes salariales en su nómina.

“A nivel interno, Ealy sigue atrapado en un esquema sucesorio que no consigue resolver por diferencias de visión y estilo con sus descendientes directos”.

Ante toda esta problemática, a partir del 1 de diciembre, algunos contenidos de El Universal están restringidos al público original y sólo se puede acceder a ellos a través de una suscripción.

El propio director editorial del rotativo, David Aponte, confirmó en entrevista con Ciro Gómez Leyva, que este sistema fue puesto en marcha como parte de un nuevo modelo de negocios en el cual, la mayoría de sus notas y artículos seguirán abiertos al público gratuitamente y se pretende seguir con la versión impresa por algún tiempo más, puesto que la meta a largo plazo es transitar a la digitalización total.

Su justificación es que “el buen periodismo, cuesta”.

Aponte no reconoció que estas dificultades económicas han sido causadas por la falta de publicidad gubernamental en comparación a los sexenios anteriores, sino que dijo es parte de la crisis económica que afecta a los medios de comunicación a nivel internacional, la cual ha sido agravada por la pandemia de coronavirus, lo que ha obligado a toda la industria a replantearse nuevos esquemas de financiamiento.

Aponte confía en que la mayoría de los lectores estarán interesados en ser parte de este sistema de suscripciones denominado El Universal Plus que tendrá un costo de 69 pesos mensuales, pues a cambio recibirán según él, “reportajes bien documentados” y entrevistas a profundidad sobre los temas de interés nacional.

La noticia sobre los contenidos de pago fue confirmada por el propio director general de El Universal, Juan Francisco Ealy Lanz Duret, a través de un desplegado publicado en su periódico impreso.