El próximo titular del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas comentó que durante una visita a dos minas de la zona escuchó detonaciones de arma de fuego.
La construcción del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) no sólo pone en riesgo el abasto de agua para las comunidades aledañas sino para los habitantes de la Ciudad de México, afirmó Adolfo Regino, futuro titular del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas.
“Según los estudios elaborados por los ingenieros de la Universidad Autónoma de Chapingo, se está poniendo en riesgo el principal vaso de agua que alimenta a la Ciudad de México, por lo que es importante que sus habitantes valoren su decisión al votar en la consulta”
Por su parte, Isaías Robles, recordó que el pasado miércoles una delegación del futuro gobierno federal visitó diversas comunidades que están siendo afectadas de manera directa por esta obra.
En su opinión, es importante que “se abra este diálogo y se tenga una interlocución directa con los afectados, porque lo que hemos notado es que hay una cerrazón del gobierno actual para escuchar sus preocupaciones”.
Regino dijo estar preocupado ya que ha comprobado que se han transgredido los derechos de las comunidades indígenas asentadas en la zona.
“La postura de los habitantes de San Salvador Atenco y otras comunidades es muy respetable, el miércoles mismo pudimos constatar la situación de hostigamiento e intimidación que viven a diario. En una visita que hicimos a dos de las minas, en donde están prácticamente destruyendo dos cerros, pudimos escuchar detonaciones de arma de fuego, lo cual es muy delicado porque puede sonar a provocación.
“Pudimos ver también un depósito de gasolina. Los huachicoleros utilizan los tráilers y volteos que se usan para transportar el material para rellenar el lago, es decir, viven un estado de permanente intimidación y agresión“, agregó.
Además, expuso que no hubo consulta indígena, tal y como lo mandata el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
“Vemos como hay un cúmulo de irregularidades en cuanto a la cuestión de tenencia de la tierra, vemos afectaciones de carácter ambiental y de los lugares sagrados”, añadió.
El futuro funcionario dijo que según documentos entregados por los ejidatarios, la Comisión Nacional del Agua (Conagua) adquirió terrenos en Texcoco, bajo el pretexto de mantener y conservar el lago, pero una vez que los tuvo en su poder, los transfirió a quienes están construyendo el aeropuerto.
Comentó que desde 2015. los ejidatarios han recurrido a tribunales agrarios a denunciar las irregularidades, pero no han sido atendidos debidamente.
Sin embargo, confío que esta situación cambiará a partir del 1 de diciembre con la llegada del nuevo gobierno, que se ha comprometido a respetar la independencia de los tres poderes.
Al ser cuestionado sobre lo que pasará si la consulta resulta a favor de que el aeropuerto se construya en Texcoco, Adolfo anticipó que continuará el diálogo y se “tendrá que valorar una consulta indígena directa“.
Con información de aristeguinoticias.