Autoridades sanitarias están llevando la vacunación a los 22 penales de la entidad mexiquense
La campaña nacional de vacunación contra COVID-19 ya llegó al Estado de México, específicamente a los 22 centros penitenciarios que se localizan en la entidad mexiquense.
En lo que va de esta semana, es decir, del 14 al 17 de junio, cifras oficiales indican que se ha aplicado la dosis a 3 mil 328 personas privadas de su libertad.
Los candidatos a recibir la vacuna son los presos mayores de 60 años y se le da prioridad a las personas que padecen enfermedades crónico-degenerativas.
Entre los reos vacunados se encontraba Andrés “N”, vinculado a proceso por su presunta responsabilidad en el delito de feminicidio de Reyna, de 34 años y de cuatro mujeres más.
Cabe señalar que el feminicida de Atizapán se localiza preso en el Penal de Tenango del Valle, ubicado en el Estado de México. De acuerdo con reportes oficiales, las dosis fueron aplicadas a igual número de reos y el viral destinado para las cárceles fue el de CanSino, el cual solamente requiere de una dosis.
El pasado 25 de mayo, Andrés “N” fue trasladado al Centro de Reinserción Social de Tenango del Valle, luego de que reos del penal de Barrientos, donde se encontraba recluido, intentaran asesinarlo.
El hecho fue confirmado por Sergio Baltazar, abogado de la familia de Reyna González, una de las mujeres asesinadas por Andrés “N”.
En entrevista con Azucena Uresti, Baltazar ofreció algunos detalles sobre el traslado del feminicida.
“Se estaba programando una nueva audiencia para el efecto de resolver peticiones, precisamente del señor Andrés, a efecto de que al parecer había sufrido un atentado contra su vida adentro del penal y era necesario cambiarlo a otro Centro de Reinserción Social”, explicó el abogado para el programa radiofónico de Grupo Fórmula.
Tras ser capturado y confesar los asesinatos que cometió, Andrés “N” fue canalizado a prisión mientras se realizan las investigaciones correspondientes y se recaban más elementos de los hechos de los que es responsable.
Inicialmente fue enviado al Centro de Reinserción Social de Tlalnepantla, mejor conocido como “Barrientos”, pero en ese lugar sufrió un atentado de parte de algunos reclusos que se enteraron de sus actos.
De acuerdo con información de Sergio Baltazar, la directora de Barrientos fue quien decidió “mover” al feminicida para evitar que fuera asesinado por los demás reclusos.
“Había al parecer sufrido un atentado, creo que lo querían privar de la vida dentro de ese centro penitenciario. No se tenían las medidas o seguridad necesaria, entonces la directora solicitó audiencia para que fuera trasladado a otro centro preventivo”, agregó.
“Se enteraron lo que hacía este señor y consecuentemente, como esto fue a nivel nacional, pues muchos reos ahí se enteraron y quisieron atentar contra su vida”, también dijo.
Al final, Baltazar señaló que el hombre aceptó que cometió la conducta y que probablemente en rango mayor puede ser condenado de por vida, es decir, prisión vitalicia.
Según sus propias declaraciones, durante su audiencia del pasado 20 de mayo, el feminicida solía engañar a sus víctimas en centros nocturnos. Luego las llevaba a su casa donde las asesinaba con apuñaladas en el corazón para luego cercenarlas y enterrarlas en su sótano.
Asimismo, declaró que también solía arrojar sal a los cuerpos para conservarlos, sin embargo, a pesar que aceptó practicar actos de canibalismo, las autoridades no han podido comprobar esta declaración.