Declara Fernando Ocegueda
Santiago Meza López se dedicó nueve años a disolver personas en sosa cáustica, primero bajo las órdenes del Cártel de la familia Arellano Félix y después para Joaquín “El Chapo” Guzmán.
El mote de El Pozolero se lo ganó debido a que se encargaba de fragmentar los cuerpos de la guerra que se libraba en Tijuana por el control del trasiego de drogas hacia Estados Unidos.
El método para “cocinar” fue compartido por el mismo Meza López en el 2009. Detalló que primero compraba los tambos de 200 litros, después les vaciaba 40 o 50 kilos de “polvo” que compraba en una ferretería del Mariano Matamoros, localizada al este de Tijuana. El kilo del “polvo” era sosa cáustica y apenas costaba 35 pesos.
“Los cuerpos que me daban a ‘pozolear’ me los daban muertos. Los metía completos a los tambos. Una vez una señora me preguntó que por qué compraba tanta sosa, a lo que le manifesté que porque la utilizaba para limpiar casas…”, refirió Santiago Meza.
Al hombre lo ayudaban dos “chavalos”, a quienes identificó como El Chalino y El Yiyo, dos jóvenes de 25 años que eran sus paisanos. Los dos habían llegado de Guamúchil a ganar dinero en la frontera. La diligencia que se les comisionó fue aprender a hacer “pozole”.
“La forma de la entrega de los cuerpos es que me hablaba El Teo y me decía que en tal lugar me iban a entregar la mercancía a cierta hora. Me comunicaba por teléfono, que en ese momento no sabía en qué vehículo se encontraban transportando el cuerpo. Después me decían que en tal coche. Me hacían el cambio de luces y se hacía la entrega”, explicó Meza.
Santiago comentó que trabajar con sosa cáustica no es cualquier cosa. Hay que ser precavido y él siempre lo fue; utilizaba como equipo de protección guantes de látex y máscara contra gases.
El lugar también estuvo bien elegido, pues utilizaban un predio localizado en la carretera libre a Tecate, una zona desierta llamada “Ojo de Agua”. “Ahí se vaciaba ‘el pozole’, en ese lugar tiramos como unos 60 cuerpos ‘pozoleados'”. También les servía un ranchito en un camino rural del bulevar 2000.
El Pozolero fue recluido en el penal federal de El Rincón, en Nayarit.
Podría salir libre.
Fernando Ocegueda declaró que en este año hay probabilidades que Santiago Meza vuelva a las calles, “una noticia triste para muchas familias que en su momento dado, pues tienen cierto enojó hacia él”.
El único cargo que pesa en su contra es por su presunta responsabilidad en la comisión de los delitos contra la salud.