¿Alguna vez caíste con uno de estos tipos? ¡Comparte esta información!

Como todas las quincenas “Irvin” caminó al cajero para sacar dinero. Estaba emocionado porque se iría de fiesta. Era viernes, de noche, pensaba en mujeres guapas, muchas chelas, mucho “perreo”. Día de ensueño.

Apenas se acercó al cajero notó algo extraño. Detrás del vidrio un hombre tocaba desesperado para salir, hacía gestos y pedía ayuda. Alguien lo dejó encerrado.

La puerta se abre por fuera y para abrirla es necesario deslizar la tarjeta del banco. “Irvin” se acercó y escuchó que el hombre le decía: -Desliza tu tarjeta para que pueda salir, por favor-. Ni tardo ni perezoso lo hizo. Lo rescató. Incluso amable, el hombre le regaló un abrazo como agradecimiento.

La buena obra del día estaba hecha, ahora a sacar dinero y luego, la fiesta.

Al día siguiente era necesario curar la resaca, pero no tenía efectivo. Fue al cajero otra vez, estaba dispuesto a sacar para un “six”, pero ¡oh sorpresa!, su cuenta estaba en cero, su cabeza daba vueltas y su tarjeta había sido clonada.

Se la clonaron cuando intentó ayudar. El hombre del día anterior, no estaba encerrado, fue una estrategia para clonar su tarjeta, para vaciar su cuenta. Cayó en la trampa.

Las autoridades capitalinas, identifican a estos delincuentes como “El payaso” o “El mimo”. Este tipo de delito se está volviendo más frecuente. La advertencia básica, es que ya no hay cajeros que se abren deslizando la tarjeta.

Se recomienda que si alguien nota esta actitud, dé aviso a las autoridades del banco. ¡No te dejes engañar!