En el homenaje a Muñoz Ledo, ausencia de Cuauhtémoc Cárdenas

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Con una anécdota, el jefe de Gobierno Miguel Ángel Mancera sintetizó el compromiso de Porfirio Muñoz Ledo en su afán por sacar adelante la Reforma Política del Distrito Federal, aprobada a fines del año pasado y que había sido un anhelo de los predecesores del mandatario capitalino.

Mancera recordó, durante el homenaje a Muñoz Ledo por sus aportaciones a la política laboral en México, celebrado este viernes en la Junta Local de Conciliación y Arbitraje del DF, que hace más de un año había tenido la noticia de que Muñoz Ledo tenía problemas de salud y que el diagnóstico era delicado.

Entonces un día, durante un evento celebrado en la sede del Gobierno capitalino, mientras daba su discurso, vio pasar al comisionado de la Reforma Política; reconoció que no lo podía creer.

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“’No puede ser -recordó Mancera- pensé que era una revelación o alucinación porque vi pasar a un hombre con oxígeno, un enfermero en las oficinas de Gobierno, era él que venía a cumplir con su trabajo, que venía a su oficina y que no escatimaba el tiempo, era don Porfirio Muñoz Ledo”. Agregó Mancera: “así es, así es su compromiso, su dedicación, me siento muy afortunado y conmovido con este homenaje hacia él”, mientras el ex diplomático recibía aplausos.

El Comisionado para la Reforma Política del Distrito Federal, Porfirio Muñoz Ledo, presidente de los partidos Revolucionario Institucional (PRI) y de la Revolución Democrática (PRD), secretario de Educación y del Trabajo, reunió a personajes de diferentes generaciones, de distintos tintes políticos, compañeros de partido o de encargo político. Muñoz Ledo inició su vida política en el PRI, al cual él y Cuauhtémoc Cárdenas cimbraron en 1987 al anunciar la creación de una corriente crítica al interior del PRI, lo que derivó, posteriormente, en su expulsión del tricolor por el en ese entonces presidente del partido, Jorge de la Vega Domínguez.

Fue notoria la ausencia de su compañero de batallas políticas, Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. Sí acudieron la maestra Ifigenia Martínez, quien acompañó a Muñoz Ledo cuando fue representante de México ante las Naciones Unidas; el ex secretario de Educación Pública y ex gobernador mexiquense, Emilio Chuayffet Chemor, que dio sus pininos como funcionario en la Secretaría del Trabajo y Previsión Social cuando la encabezaba el homenajeado.

También estuvo el ahora senador independiente Alejandro Encinas, compañero de Muñoz Ledo en el PRD. También presentes estuvieron el ex rector de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Juan Ramón de la Fuente y la presidenta de la Junta, Margarita Darlene Rojas.

Y los secretarios de Trabajo y Desarrollo Económico capitalinos, Amalia García y Salomón Chertorivski, respectivamente, quienes coincidieron en decir que con Muñoz Ledo el salario alcanzó su mayor rendimiento en México. García recordó que como Secretario del Trabajo, Muñoz Ledo puso a los trabajadores como el centro de las políticas laborales  y “con él se alcanzó el salario más alto a nivel histórico y a partir de entonces entró en declive y es el salario más bajo de América latina”, lamentó. Consideró que el fundador del PRD y primer senador del partido -campeón de oratoria, de baile y de boxeo- pertenece a una estirpe de políticos en extinción.

“México requiere estadistas como Muñoz Ledo”, dijo, emocionada. Chertorivski recordó que Muñoz Ledo también entró en la historia por interpelar a Miguel de la Madrid en 1988, durante el Informe Presidencial. Destacó de su persona su valor e inteligencia. “es un personaje accesible y se le agradecen las conversaciones que hemos tenido en el restaurante el Cardenal”.

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