Con la nueva ley, cualquier persona se volvería en donadora al fallecer, a menos de haber expresado en vida su rechazo a la medida.
El director general del Instituto Mexicano del Seguro Social, Mikel Arriola, planteó este miércoles la necesidad de una reforma de ley que contemple la donación automática de órganos siempre que el fallecido no haya manifestado en vida su negativa, ante “las tasas de donación por habitante en México, que son bastante bajas comparadas con el resto del mundo”.
Arriola explicó que en nuestro país existe una buena cultura de donación de órganos, como muestra el hecho de que contamos con una de las tasas de donación entre vivos más altas de todo el mundo; sin embargo, falta concientizar a la población sobre la donación post mortem, que permitiría salvar muchas más vidas.
El funcionario federal explicó en entrevista con Grupo Imagen que otros países, como España, donde actualmente se aplica la medida que implica que “en ausencia de una negación expresa se aplica una aceptación tácita y esto facilita mucho la procuración e incrementa la oferta de órganos de cadáveres o de personas con muerte cerebral”.
Una ley con estas características permitiría al IMSS “que es el principal generador de trasplantes en el país” contar con “más posibilidad de realizarlos y sustituir las hemodiálisis por donaciones de cualquier órgano que sea necesario para mantener la vida de una persona”.
“La oferta de órganos es limitada, puesto que hay que hacer una serie de gestiones y se debe de revisar si hubo voluntad o no… Esperamos que pronto podamos tener esa ley”, explicó.