Lo realmente bueno viene después, cuando los pokemons se ponen pesados
Después de casi dos meses de abstenerme a descargar la aplicación de Pokémon Go de manera ilegal, por fin llegó la plataforma oficialmente a México.
Mi primer pokémon lo conseguí en Reforma 222, mientras cenaba con una amigas; fue realmente sencillo, se puede decir que al inicio lo más complicado es elegir entre Charmander, Bulbasaur o Squirtle. Lo realmente bueno viene después, cuando los pokemons se ponen pesados, como el Scyther que encontré y que en varias ocasiones golpeo y esquivó hábilmente las pokebolas que le lanzaba, llegué a pensar que lo perdía, pero al final lo capturé.
Debido a la hora y la distancia que tengo que recorrer hasta mi casa, mi búsqueda de pokemons durante el primer día de la aplicación en México, fue un poco diferente a lo que es realmente el objetivo del juego, ya que en lugar de caminar y caminar, aproveché el recorrido que hace el Metrobús sobre Av. Insurgentes y me hice de 16 pokemons, 9 huevos y alcancé el tan ansiado quinto nivel; el cual me permitirá competir en los gimnasios que se encuentran distribuidos a lo largo de la ciudad.
Para ser el primer día me fue muy bien, algunos amigos que ya llevan rato con la aplicación me ha pasado algunos tips para avanzar y conseguir pokemons interesantes, así que espero pronto conseguir algunos de mis favoritos o ganar algo en los gimnasios.
Pero mientras, a disfrutar antes de que el servidor se vuelva a caer, la aplicación con alguna actualización borre mis avances o llegue al nivel 17 y me frustre por apenas tener dos pokemons con niveles de PC mayores a 1000.