AGENTE DEL MINISTERIO PÚBLICO LE ROBA UN IPHONE A SU COMPAÑERA DE TRABAJO, LA RATERA QUEDÓ EN RIDÍCULO

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Oaxaca.- Cuestionable la rectitud de los funcionarios de la Fiscalía General del Estado luego de que trascendiera que una agente del Ministerio Público fue sorprendida tras robar el teléfono celular de una compañera.

El bochornoso ilícito quedó al descubierto la misma tarde del hurto, en las oficinas de la Vicefiscalía de Delitos contra la Mujer por razón de Género, en Armenta y López 700, en el centro de la ciudad.
La agraviada, quien denunció formalmente, contó que acudió a los sanitarios de la institución, a la que sólo tienen acceso los empleados de la dependencia, ya que la puerta tiene llave.

Al volver a su oficina recordó que había dejado el teléfono sobre el lavabo, así que volvió, pero ya no estaba.

Agentes investigadores la ayudaron, de inmediato, a preguntar lugar por lugar si alguien lo vio, pero todos lo negaron.

Se percataron que quien lo tomó, le había bajado el volumen, ya que seguía encendido, pues seguía dando tono cuando llamaban.

“Quien lo tomó sabe que es mío, porque forzosamente para bajarle el volumen se debe desbloquear. No tiene contraseña, pero enseguida sale una fotografía mía”, explicó la agraviada.
En las cámaras de seguridad observaron que tras salir del baño la afectada entró la Ministerio Público, luego una prestadora de servicios, después sale la funcionaria pública pero regresa enseguida con una franela en la mano.

No transcurre ni un minuto cuando la Ministerio Público sale con la franela, atrás sale la prestadora de servicios y luego se observa a la afectada regresar al baño a buscar su teléfono.

La prestadora de servicios, al ser interrogada, contó que cuando entró al baño vio que la Ministerio Público se limpiaba sus zapatos; ésta le dijo al verla que iría por un trapo. Estando en el sanitario escuchó que alguien entró y salió enseguida; después, se ofreció a que revisaran su bolso.

La Ministerio Público, en cambio, se ofendió cuando le sugirieron que se encontró el teléfono. Vació su bolsa para que vieran que no lo tenía y salió a una diligencia.

Recordando la aplicación de los teléfonos para localizarlos, se descubrió que el teléfono seguía en las oficinas.

La agraviada, al igual que algunos compañeros, esperó que volviera la Ministerio Público, quien regresó con la titular del área, misma que ya sabía lo ocurrido. Le pidieron que autorizara revisar el cubículo de la funcionaria.

Aunque ésta se negó en un principio e incluso amenazó con iniciar un procedimiento si se revisaba sin orden de cateo, finalmente cedió a la petición.

Mientras la afectada revisaba en presencia de la Ministerio Público y con un agente investigador como testigo, sus compañeros comenzaron a marcar, por lo que al abrir un cajón del archivero, la luz que emitía el teléfono permitió su fácil localización.

Entonces, la titular indicó que debía procederse conforme a derecho y presentar la denuncia formal, por lo que se inició la carpeta de investigación correspondiente.

Tras las evidencias presentadas se espera que en breve, se sepa la sanción a la que será acreedora la Ministerio Público de corroborarse su culpabilidad.

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