Al fumarnos un cigarro con la Santa Muerte buscamos retirar la envidia que pudiera rodearnos en nuestra familia o trabajo.
Desde hace 14 años, la calle de Alfarería en pleno centro de Tepito es visitado por cientos de turistas y curiosos que sin ser devotos de la Santa Muerte sienten atracción por ver el lugar en México donde inicio todo, el culto a la Santa Muerte, o la “Niña Blanca”.
En el año 2001, la señora Enriqueta Romero decidió colocar afuera de su casa en Alfarería número 12, un altar público en honor a la Santa Muerte, ya que asegura, primero fue por curiosidad que se acercó a ella y luego por devoción, “si no le cumples a la Santa Muerte, te carga… ella te cumple tus deseos pero siempre y cuando tú también le cumplas” advierte a los que se acercan a ver el altar.
Enriqueta señala que conforme pasan los años el culto por la Santa Muerte aumenta, es por ello que cada año –en especial en estas fechas de Día de Muertos- acuden cientos de personas a venerar a la Santa Muerte, y la agasajan llevándole Manzanas rojas, cigarros, puros, dulces y bebidas alcohólicas en vasos o botellas, flores e incienso, lo que le da un toque místico al lugar.
La historia de Enriqueta se remonta a su infancia, cuando cuenta que una noche vio a una de sus de sus tías rezándole por las noches y en secreto a una estampita con dicha imagen.
Esta imagen se le quedó grabada por lo que al paso de los años, se volvió devota y poco a poco fue instalando en su hogar un lugar donde los demás fieles pudieran encomendarse a esta figura. Y es así que hace 14 años decidió que parte de su casa sería para levantar un altar a la Santa Muerte, en donde cada día primero de mes, se reza un rosario al que acuden cientos de personas.
Al llegar al lugar, el visitante se encuentra con una figura de la Santa Muerte de alrededor de 1.70 metros con su vestido amarillo y su rostro cadavérico.
Alrededor hay todo tipo de cosas; veladores encendidas, figuras, rosarios, libros, estampitas, y folletos con oraciones.
“Las flores deben estar lo más frescas posibles, pues se cree que si estas se dejan marchitar o despiden olores fétidos, se atraerá energía negativa y mala suerte, los cigarros ofrecidos deberán colocarse siempre encendidos y en par (uno para el devoto y el otro para ella).
Al fumarnos un cigarro con la Santa Muerte buscamos retirar la envidia que pudiera rodearnos en nuestra familia o trabajo. Si lo que ofrecemos es un puro, la costumbre dice que debemos encenderlo, fumarlo y aplicar el humo directamente sobre la figura de la Santa Muerte, retirando así la energía negativa y purificando el altar.
El alcohol depende del gusto del devoto aunque los más usados para agasajar a la Santa Muerte son el aguardiente, tequila, ron, jerez, anís y cerveza oscura”, explica uno de los devotos de la Niña Blanca.
Respecto a los colores de su vestimenta, estos suelen ser de colores, los cuales están relacionados a distintas funciones o peticiones; la dorada es para lograr poder económico, la azul para el plano profesional; la verde para asuntos jurídicos; la transparente o ámbar ayuda a quienes tienen problemas de alcoholismo o drogadicción, etc.
Los seguidores de la Santa Muerte indican que para colocar un altar debes estar plenamente convencido de ello y manifestarle suficiente fe, pues de lo contrario, en lugar de recibir ayuda, pueden empeorar las cosas. “Ella no es mala o se encuentra relacionada a fuerzas oscuras que te dañen, pero si es muy poderosa y no quiere que jueguen con ella”, advierten.
Otra advertencia que hacen es tener mucha fe y estar plenamente convencido de que la imagen te va a servir. “No trates de esconderla o cambiarla de lugar cuando alguien te visite, para evitar burlas o reclamos. Si así lo haces, los resultados serán nulos o, inclusive, adversos”.
Y aunque la iglesia no considera a la muerte una santa, la fe que despierta la Santísima Muerte es infinita y continúa creciendo día con día, por lo que se estima que en nuestro país existen al menos 6 millones de seguidores.