Del campo a la mesa en menos de una hora, así es la experiencia que Casa Oaxaca, único restaurante oaxaqueño que figuró entre los 50 mejores de Latinoamérica, ofrece para darle a sus platillos los sabores de ingredientes locales recién cultivados en ese estado del sur mexicano.
“Al ser oriundos de acá, haber crecido en el campo, nuestra idea era darle vida a la tierra porque las raíces no se pierden y el saber comer bien, mucho menos”, afirmó en entrevista con Marco Antonio Ruiz, hermano del chef Alejandro Ruiz y encargado de la operación de los tres restaurantes del grupo.
Los restaurantes del grupo son:
Casa Oaxaca
Oaxacalifornia
Guzina Oaxaca (en la Ciudad de México)
En una huerta ubicada en Zimatlán de Álvarez, localidad situada a unos 20 kilómetros de la capital del estado del mismo nombre, donde está el restaurante, los hermanos Ruiz crearon hace cuatro años un oasis, al que se accede por caminos de tierra y que está rodeado de áridos parajes castigados por la falta de lluvia.
“Tenemos hierba de conejo, pepicha (o pipicha), cilantro, perejil, zanahoria, cebolla, col, acelgas, betabel, maracuyá , limones, aguacate y nopales”, enumera Marco Antonio sobre la riqueza de ese espacio en el que pasaron parte de su infancia.
En un par de hectáreas cultivan cerca del 70 por ciento de la producción que sus dos restaurantes de la zona requieren a diario para sorprender a los miles de turistas que viajan a Oaxaca atraídos por la riqueza gastronómica de este destino, modelo de fusión de lo colonial y lo indígena.
Alejandro Ruiz es el cocinero más representativo de la sazón de su tierra. Su reinterpretación de la cocina oaxaqueña, combinada con una amplia formación y experiencia culinaria que incluye su paso por restaurantes de Alemania, España y Viena, son un verdadero imán para los visitantes.