La investigación comenzó en 2015 y es financiada por el Tecnológico Nacional de México (TEcNM).
El cemento ecológico proveniente de la escoria metalúrgica de alto horno (denominación que se le da a los residuos sólidos industriales) es una alternativa amigable para el medio ambiente porque puede reducir los residuos contaminantes (gases, polvos y CO2) hasta en 80 por ciento con relación al cemento convencional.
El doctor Oswaldo Burciaga Díaz del Instituto Tecnológico de Saltillo (ITS) e integrante del equipo de investigación encargado del invento explicó que a través de un proceso experimental se determinaron los múltiples usos que se le puede dar a este nuevo material en el ámbito de la construcción, por lo que cuenta con una alta resistencia.
De acuerdo con Vanguardia, esta innovación sustentable es viable para el país debido a que existen demasiados desechos industriales utilizables para el cemento biológico. Actualmente el experimento está en proceso de patente y esperan tenga un bajo costo.