DELEGADO ESTATAL DEL IMSS EN JALISCO PRESUME PORSCHE DE 2.5 MILLONES, LO ACUSAN DE RATA

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El delegado estatal del IMSS, Marcelo Castillero Manzano, conduce un Porsche 911 Carrera 2017 de más de 2 millones de pesos y omitió su declaración patrimonial.

El auto color rojo carmesí, con placas JNS-2494, sirve al titular del Seguro Social en Jalisco para pasear los fines de semana, siendo un entusiasta participante del Porsche Club GDL.

El auto de 2 puertas fue adquirido a través de un arrendamiento puro con Gama Leasing SA de CV, aunque no fue posible conocer quién paga el vehículo. De acuerdo al registro vehicular, su valor factura es de 2 millones 193 mil pesos.

MURAL publicó que, en el portal de compras del Instituto, aparece que la delegación Jalisco ha asignado de manera directa 39 contratos desde 2014, año en que Castillero Manzano asumió como delegado, con la empresa Impromed SA de CV por 891.6 millones de pesos pesos.

El apoderado legal de la compañía beneficiada, Guillermo Alberto Hermosillo, es hermano de Manuel Gerardo, titular de la jefatura de Servicios de Desarrollo de Personal del IMSS Jalisco.
Según miembros del Porsche Club GDL, Castillero Manzano es un asiduo participante con su 911 Carrera y recientemente pidió que invitaran a Guillermo Alberto Hermosillo, quien conduce un Porsche Panamera, a los eventos que organizan.

Según una cotización realizada con esta misma arrendadora, para acceder a un vehículo como el que conduce Castillero Manzano hay que desembolsar un mínimo de 708 mil 284 pesos; en un plazo de 3 años, la más prolongada, la mensualidad es de 72 mil 831 pesos.

Castillero Manzano tiene un sueldo neto como delegado del IMSS de 92 mil 803 pesos, según el portal de transparencia y también da consulta como cirujano plástico; en su declaración de posible conflicto de interés, no aceptó hacer públicos sus datos patrimoniales.

Hay que recordar que el Doctor estuvo involucrado en el caso de la Guardería ABC:

De haber ejercido su oficio en un lugar donde operaran valores éticos, el ex director de la Clínica de Occidente a la que fueron conducidos -mediante engaños, chantajes y amenazas de funcionarios que accionaron el operativo de control de daños, apenas unas horas después de la tragedia- los niños quemados que no pudieron recibir atención en las clínicas especializadas norteamericanas dispuestas a recibirlos, Castillero hubiese perdido -como mínimo- su cédula profesional.

Enfrentaría, sin duda, la acción de la justicia. Aquí todo es distinto: se estrena como delegado estatal del Seguro social.

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