El jefe de la arquidiócesis de la Iglesia católica en Filadelfia, dijo que los feligreses divorciados y que han vuelto a contraer nupcias deben abstenerse de tener relaciones sexuales y vivir “como hermano y hermana” si quieren recibir la comunión y aún no les han anulado el matrimonio previo.
El arzobispo Charles Chaput publicó una nueva serie de normas pastorales para clérigos y otros líderes en la arquidiócesis.
También dijo que los católicos que tienen una pareja de su mismo sexo deben abstenerse de tener relaciones sexuales y no se les debe permitir puestos de responsabilidad en la iglesia para evitar “confusión moral en la comunidad”.
Las normas están publicadas en el sitio de internet de la arquidiócesis.
Chaput afirma que las instrucciones surgieron a partir de un extenso documento relacionado con la vida familiar que el papa Francisco difundió en abril. Ese documento, titulado Amoris Laetitia (“La alegría del amor”), abre la puerta a los católicos divorciados y vueltos a casar.