CitiBanamex calificó como una nueva equivocación del gobierno la decisión de que la Secretaría de Energía y Petróleos Mexicanos (Pemex) estén a cargo de construir la refinería de Dos Bocas en Tabasco, luego de que el jueves se declaró desierta la licitación por considerar sobrecostos por parte de las firmas extranjeras en el proceso.
“El que se declarara desierta nos confirma que han sido equivocados los estimados de tiempo y costo por parte del gobierno, a la vez que también lo es distraer la atención de Pemex para la construcción, sobre todo dado los graves problemas que ya debe atender”, expuso la institución a través de un análisis.
En su Reporte Económico Diario, CitiBanamex dijo que de acuerdo con sus estimaciones, una refinería como la planeada en Dos Bocas, para producir 400 mil barriles diarios procesando crudo pesado, costaría 12 mil millones de dólares con un tiempo de construcción de ocho años.
En tanto, el presidente de la Confederación Patronal de la República Mexicana (Coparmex), Gustavo de Hoyos, comentó que a la actual administración le hace falta más reflexión profunda sobre las necesidades y proyectos para el país.
Por ello, hizo “un llamado al presidente López Obrador para que se deje atrás la política de me canso ganso y que en lugar de ello haya una reflexión profunda, con argumentos con racionalidad”.
El líder patronal recalcó que el gobierno actual se está convirtiendo en la constructora de México.
“Se está anunciando que el Ejército hace aeropuertos, que Fonatur hace trenes y ahora que Pemex hace refinerías, son claras las lecciones en México y en el mundo de que el gobierno no está para construir”, afirmó Gustavo de Hoyos.
En entrevista como parte de la junta mensual de Consejo Nacional del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), el presidente de Coparmex añadió que no descarta que a futuro se vean funcionarios beneficiados por las obras de infraestructura, porque la falta de experiencia genera espacios de ineficiencia y corrupción.
En tanto, el presidente del Consejo Coordinador Empresarial, Carlos Salazar Lomelín, manifestó que mientras la refinería genere beneficios, el precio y el tiempo de ejecución de la obra no debe importar.
“Nosotros hemos insistido en que no le dediquemos tanto tiempo a que debe ser en 36 meses y debe ser con 8 mil millones de dólares. La refinería se debe hacer de acuerdo con su costo-beneficio”, añadió.
Comentó que el presupuesto para la construcción de la refinería es cuestión de la Secretaría de Hacienda, el director de Pemex y la Secretaría de Energía; sin embargo, añadió que a la iniciativa privada le gustaría ser parte de la obra: “Queremos ser partícipes de este tipo de cosas”.
El presidente de Consejo de Kimberly-Clark de México, Claudio X. González, dijo que la construcción en Dos Bocas es una obra que debe planearse y realizarse de la mejor forma para que se tenga una ganancia.
Sin embargo, afirmó que está claro que “estamos ante una decisión tomada. Creo que es muy importante que se hagan muy bien las cosas”.
Inconformidad. La secretaria de Energía, Rocío Nahle, dijo estar en desacuerdo con las críticas de algunas calificadoras al plan para destinar hasta 8 mil millones de dólares en la construcción de la refinería de Dos Bocas, Tabasco, en vez de invertir en áreas clave y en rehabilitar las otras seis refinerías deterioradas.
“Las calificadoras no pueden bajar o subir [la nota] de acuerdo con intereses políticos. Las calificadoras deben ser muy responsables y serias, y nosotros apelamos a eso”, expuso a Reuters en entrevista telefónica.
“Si Pemex no estuviera cumpliendo sus pagos, no estuviera cumpliendo sus metas de inversión, si no se estuviera haciendo todo el esfuerzo que está haciendo el gobierno, tendrían razón, pero no tienen razón”, agregó la funcionaria, detallando que tanto ella como directivos de la firma se han reunido con algunas agencias.
Sin embargo, no todos comparten el optimismo, pues el jueves por la noche, Carlos Elizondo Mayer-Serra hizo saber a través de su cuenta de Twitter que renunció a su cargo como consejero independiente del Consejo de Administración de Pemex desde el pasado 30 de abril, porque su visión sobre la empresa petrolera es diferente a la del gobierno del presidente López Obrador.