Un enfrentamiento registrado ayer en el municipio de Tlalnepantla entre policías ministeriales y municipales cuestiona nuevamente la falta de protocolos ante detenciones y pone en la mira abusos y actuaciones indebidas de ministeriales.

Una llamada al C4 de vecinos de la colonia El Olivo II reportó un convoy de hombres encapuchados y con armas de grueso calibre, por lo que acudieron policías de Tlalnepantla quienes fueron recibidos a balazos y golpes.

Los sujetos encapuchados y con armas de fuego afirmaron ser elementos de la Fiscalía General de Justicia y la dependencia estatal aseguró que fueron a detener a dos mujeres y dos varones investigaos por un secuestro, sin embargo los reportes de vecinos y autoridades del municipio de Tlanepantla señalan que nunca presentaron orden de aprehensión ni tenían orden de cateo.

Es necesario que la Fiscalía ponga orden en la actuación de elementos policiales, pues son recurrentes las detenciones arbitrarias e injustificadas, si cumplimentaban una orden de aprehensión es obligación mostrarla, y si no, es una actuación fuera de la ley, pues para detener a alguien es necesario hacerlo en flagrancia de un delito.

Esperemos que no se trata de un caso más donde actuaciones ilegales de ministeriales montan un caso para la fabricación de culpables, y así responder a las exigencias de cumplir con personas detenidas por la comisión de ilícitos, y que curiosamente monten un show en municipios gobernados por Morena.

De acuerdo a versiones de la FGJEM y del Ayuntamiento de Tlalnepantla se desprende que hay abuso policíaco de la Fiscalía, pues el comunicado registra contradicción en su argumento y nunca mostraron la orden de aprehensión, o de cateo y una clara versión de justificar a elementos de esa dependencia que lesionsron de bala a policías municipales.

Además, hay registro de situaciones similares en el municipio de Coacalco, y parece que la actuación de abuso, actuar fuera de la legalidad y fabricación de delitos de los elementos de la Fiscalía, es un poeocedimiento cotidiano.

Hace tiempo estos hechos similares sucedieron en el municipio de Coacalco, ahora en Tlalnepantla, y mañana se van a narrar hechos equiparable que se repiten otra vez en este misma localidad, por parte de funcionarios de Coacalco.