El mismo día que la Auditoría Superior de la Federación (ASF) presentó siete denuncias penales contra excolaboradores de Rosario Robles por irregularidades que suman mil 900 millones de pesos, la actual titular de la Secretaría de Desarrollo Agropecuario, Territorial y Urbano (Sedatu) evadió todas las preguntas que le hicieron durante su comparecencia en comisiones del Senado de la República y las advertencias de que la llevarán ante la justicia por los supuestos desvíos de recursos.
“No huya, Rosario, no huya, en 30 días usted va a perder el fuero. La patria le demanda que usted no huya del país. Usted será acusada penalmente por abuso de poder”, le reprochó desde su curul Lilly Téllez, senadora de Morena por Sonora.
“Si usted no es responsable, quiénes son los responsables. Yo no voy a descansar hasta que los responsables estén en la cárcel. Robar es malo, pero robarle a los pobres de los pobres, está cabrón”, le reprochó la senadora panista Xóchitl Gálvez, quien subió a tribuna maquillada como catrina
Impávida, la titular de Sedatu desviaba la mirada hacia el tablero electrónico, bebía agua o sonreía cuando una y otra vez le reprochaban los desvíos y triangulaciones durante su paso por la Secretaría de Desarrollo Social y también por la actual dependencia a su cargo.
La senadora Verónica Delgadillo, de Movimiento Ciudadano, le regaló un ejemplar del libro La Estafa Maestra después de reprocharle: “usted ha demostrado ser muy capaz.. capaz de desaparecer dinero público… que su firma no esté en alguno de los documentos, no la exime de su responsabilidad política y ética. Aunque no haya firmado, usted es responsable”.
Rosario Robles omitió responder a las duras críticas y amenazas de llevarla ante la justicia, para insistir en que “no hay una sola línea en donde se diga que Sedesol y Sedatu contrataron empresas fantasmas”, lavándose así las manos de la triangulación que se estableció a través de la red de universidades y estaciones de radio y televisión públicas que se utilizaron en La Estafa Maestra.
“Se contrató, en efecto, a universidades que entregaron los servicios para los que fueron contratadas… en las universidades ya no hay competencia de Sedesol ni de Sedatu. Estamos hablando de órganos autónomos en los que se rigen por sus propias normas”, se defendió Robles.