Economista de profesión, encontró al movimiento feminista en la década de los 90 para no separarse de él. Magdalena García Hernández está convencida que cuando sabes que puedes aportar es necesario levantar la mano, y eso hizo, proponerse para dirigir el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), respaldada por la Red Mira.
Formar parte del gobierno de Salvador Allende fue una experiencia que le marcó en su profesión pues se enfrentó a “desarrollar una economía formada para enfrentar el reto del desarrollo económico en medio de una fuerte crisis como fue el periodo de Salvador Allende en Chile”.
Si hay un tesoro para Magdalena, son sus libros, de donde abreva para analizar el mundo y la desigualdad que viven las mujeres.
Su iniciativa para aspirar a dirigir el Instituto Nacional de las Mujeres, se da en el marco de la Red que coordina y cuya incidencia es en el ámbito internacional a través del tema Hábitat, son “especialistas, básicamente, en el tema económico presupuestal”.
“Lo que nos interesa muchísimo es la incidencia, creo que las mexicanas hemos hecho un trabajo estupendo y creo que, en muchos casos, se han enfrentado nuestras propuestas a la cultura patriarcal que nos digan que sí, pero no cuándo; y nos digan que sí, pero en realidad los mecanismos no los cumplen, entonces, creo que con una propuesta como esta de la cuarta transformación, la congruencia tendría que ver que el tema de la mitad de la población es muy importante.”
– Lucía Lagunes Huerta (LLH): ¿Por qué crees que las feministas tendrían posibilidades en este cambio con Andrés Manuel?
– Magdalena García Hernández (MGH): Creo que no debemos esperar a que nos den la oportunidad, lo tenemos que plantear. Lo que percibo a veces con las compañeras de Morena es como una preocupación de que pudiera ser visto como críticas, y yo considero que la crítica es parte de nuestra vida, que todo el pensamiento crítico es lo que hace avanzar a las sociedades y que no le tengamos miedo, y que no le tengamos miedo a decir: “a ver Andrés, esto, por esto y por esto”, o sea, los argumentos de peso existen.
¿Qué me preocupa a mí, en este momento? Esta insistencia a la austeridad. Creo que la austeridad sí, esta mirada republicana juarista sí, pero también nos tiene que quedar muy claro que —y aquí voy a ser totalmente economista y Keynesiana— el gobierno gana lo que gasta, si el gobierno no gasta, el país no crece. Y no me estoy refiriendo a que se haga un gasto descontrolado ni deficitario, pero, a veces, los déficits te permiten hacer obras de gran envergadura que van a tener un retorno enorme en términos sociales, pero también en términos económicos.
Por ejemplo, en materia de salud, si dice “voy a reducir el gasto en salud y entonces ahora la familia va a tener que venir a ayudar para atender a los enfermos y para bañar a su enfermo, etcétera, etcétera” ¿y quién lo va hacer? pues las mujeres.
Cuando el gobierno no tiene escuelas de horario prolongado, ni guarderías, ni educación inicial para niños pequeños o para personas adultas ¿quién lo va a hacer? las mujeres, que es la economía del cuidado y que es el trabajo reproductivo, que realmente México es uno de los países más atrasados en la distribución entre mujeres y hombres y que tampoco ha habido una política de modificación de los patrones culturales, eso no ha habido.
– LLH.- ¿Cómo logramos en una política de austeridad, que se está planteando, un desarrollo de mujeres?
– MGH: Mira, otra de las cosas que puedo aportar con mi perfil es el conocimiento de las agendas globales, de las agendas de Naciones Unidas. Nos estamos quejando de que no tenemos recursos y te voy a dar una explicación de dónde están los recursos. En el país y en el mundo, la gran empresa produce la mitad del PIB, esas empresas no pagan impuestos, además, en el caso de México, por esta política tan draconiana en materia salarial, la parte del pago de salario que la gran empresa hace, es del 20 por ciento de su ingreso; en el caso de Brasil, es del 40 por ciento —nada más para que te des una idea— y de ahí paga como 2 o 3 por ciento de impuestos, siendo que las Pymes pagan del 30 al 35 por ciento. Entonces, imagínate que cada año se llevan 35 por ciento de nuestro ingreso nacional.
Entonces ¿qué es lo que nos dice Addis Abeba (Etiopia)? (Conferencia Internacional de Financiación para el Desarrollo adoptado el 15 de Julio de 2015) nos dice algo muy clarito: tienen que pagar impuestos. La gran empresa tiene que dar trabajo decente; tiene que pagar impuestos; presentar informes fiscales, ambientales, sociales y de gobernanza; fomentar la inversión de calidad a largo plazo; establecer normas y reglas de transparencia y rendición de cuentas, especialmente la industria extractiva, y normas de competencia libre y leal; transferir tecnologías, porque vienen y no nos transfieren nada.
Me parece que esta parte del juicio en las finanzas públicas tiene que estar montado en aquello que fue el origen de las finanzas públicas. La macroeconomía cuando nace es una teoría de la demanda efectiva que te dice que la función de la política fiscal tiene que ver con la provisión, que son provisión de bienes y servicios.
– LLH: ¿Cómo logramos en una política de austeridad, que se está planteando, un desarrollo de un país donde las mujeres también nos desarrollamos?
– MGH: Están los Objetivos de Desarrollo Sustentable (ODS), que es a lo que tenemos que llegar, pero hay otra serie de agendas que nos dicen cómo hacerlo, que son como los programas, y esa es la agenda del hábitat, o sea de la Nueva Agenda Urbana (busca promover ciudades más incluyentes, compactas y conectadas); la de Sendai, que tiene ver con riesgos y desastres; la agenda de París, que es todo lo medioambiental; la de migrantes, o sea, imagínate. Todas estas agendas las han firmado los gobiernos. México firma todo pero, si lo firmas, lo cumples.
– LLH.- Entonces, ¿cómo hacer desde el Inmujeres?
– MGH: Ahora, en el caso de las mujeres entro a otro terreno. Ya no podemos seguir con el asunto de la etiquetación, ese no es un asunto que resuelva nada, porque además percibo que en muchas ocasiones nos dan atole con el dedo, y te voy a dar un ejemplo, pasó con las pensiones ¿tú has visto alguna lista donde digan cómo van las pensiones que les pagan a las mujeres y a los hombres? Ahí está el problema. Necesitamos certidumbre de que esos recursos se entregan. Y me dice “eso no es género”, bueno, en parte sí. La desagregación por sexo del presupuesto es la primera etapa de la base en materia de igualdad. Primero, lo que yo quiero es transparencia.
Otro ejemplo, para este año aumentaron —no te voy a dar cifras exactas, pero sí son muy parecidas— las becas para posgrado de las mujeres estaban como en 100 millones y lo aumentaron a 4 mil 100 millones, imagínate el brinco, claro que nos dieron un presupuesto que, según ellos, era enorme, pero si lo comparas con el gasto programable siguen siendo cacahuates porque no llega ni al 1 por ciento. ¿Dónde están esas becas? ¿tú has visto que este año haya habido mucha información?
– LLH: O sea, transparencia en los recursos que se etiquetan, que se programan para las mujeres.
– MGH: No, yo no lo creería así, yo lo que diría es que todas las dependencias públicas deben de desarrollar un ejercicio de registros administrativos, en donde sepamos cuántas mujeres y cuántos hombres están recibiendo el recurso, están siendo beneficiadas.
Entonces, necesitamos tener la obligación de que todos los entes públicos entreguen, en tiempo y forma, sus registros administrativos para saber a dónde se fueron los recursos.
Eso nos serviría porque si no tienes esa información no puedes hacer diagnóstico con perspectiva de género; si no hay estadísticas desagregadas por sexo, no puedes hacer diagnóstico con perspectiva de género. Y si no puedes hacer diagnóstico, no puedes ver los efectos diferenciados del gasto público o en otra cosa.
– LLH: ¿Y desde el Inmujeres, cómo harías semejante cosa? ¿a través de qué mecanismo?
– MGH: A través del Inegi. El Inmujeres tiene que ser un organismo rector que tiene que trabajar en enorme integración con la coordinación interinstitucional. No vamos a ser un gobierno paralelo.
– LLH: ¿Cuáles serían las acciones que harías desde el Inmujeres para lograr este desarrollo para la población femenina?
– MGH: Lo que necesito son mesas de coordinación interinstitucional. Necesito trabajarlas desde la lógica de lo que tenemos como corriente principal en materia teórico-conceptual, que son las autonomías: la autonomía económica, la autonomía en la toma de decisiones y la autonomía para vivir una vida libre de violencia. Eso sería, mesas de coordinación en donde vamos a ver de qué manera van ustedes a trabajar y considerar prevención, atención y erradicación. Esas serían mis tres claves: las autonomías y la prevención, atención y erradicación, para en realidad estar trabajando políticas de Estado.
– LLH.- ¿De todo, no sólo de violencia?
– MGH: De todo, y es que ahí hay otro problema. En el tema de violencia hay otro asunto: ¿qué es violencia? ¿violencia es nada más ésta que me definen las leyes? No.
Creo que el componente más grave de la violencia es la institucional, se pude definir como el no cumplimiento de los Derechos Humanos.
Entonces ¿qué tenemos que hacer? Medir la falta de cumplimiento de cada dependencia —por eso te digo que es un mecanismo rector—. Cada dependencia tiene que medir la brecha que tenemos para el cumplimiento de los Derechos Humanos de mujeres y hombres. ¿Eso es dificilísimo? No, no es dificilísimo, podemos empezar con un ámbito cuantitativo para ver cómo está la cobertura educativa, cómo está la cobertura de salud, cómo está la cobertura de seguridad social, o sea de todo lo que tiene que ver con derechos y medir las brechas.
Medimos las brechas y mis resultados tienen que estar vinculados con el avance en el acceso a derechos.
– LLH.- ¿Cómo lograr eso desde el Inmujeres?
– MGH: Es muy fácil, tenemos incluso mandato. Belem Do Pará tiene una propuesta de indicadores de progreso. Mira, yo inventé algo que hizo Hacienda, no sé si desde 2008 o quizá desde antes, que es una escalera: están las leyes —Hacienda no puso a las leyes—, el plan, el programa, el presupuesto, la ejecución del gasto, la evaluación y la rendición de cuentas.
Entonces, ahora el Comité de Belem do Pará nos hace esa propuesta de indicadores, que son los de impacto, los de proceso y los de gestión. En los indicadores de impacto nos pone cómo es necesario que haya leyes, porque la Función Pública hace lo que la norma le dice, entonces ¿está en las leyes todo lo que tiene que estar? ¿en el plan está? ¿está bien puesto? ¿el diagnóstico es adecuado? porque si no tengo indicadores no voy a hacer bien mi diagnóstico ¿en el programa está? porque en el programa me dice los cómos; ¿el presupuesto es suficiente? ¿se está bajando el presupuesto de manera adecuada en el momento del ejercicio? ¿qué me dice el monitoreo? y ¿qué me dice la evaluación? En materia de monitoreo también tenemos preciosidades, lo que hizo el Coneval con las fichas de monitoreo.
Y luego, la rendición de cuentas: ¿tenemos transparencia? ¿tenemos las páginas bien puestas?.
– LLH: En caso de que seas electa en el Inmujeres, tienes tres años y una posibilidad de otros tres años más. ¿Cuáles serían tus acciones prioritarias?
– MGH: Necesito un apoyo de altísimo nivel de parte del Presidente de la República para poder solicitar a todos los entes públicos, todo lo que tiene que ver con el comportamiento presupuestal. El primer año, lo que tendría que hacer, es que establezcan sus registros administrativos desagregados por sexo, eso es fundamental para ir haciendo diagnósticos, y, en paralelo, ir preparando los diagnósticos, pero como una obligación; pedirle al Inegi que nos ayude, para que dé toda la metodología adecuada para que estos registros administrativos no sólo capturen eso, sino que estén homologados de manera que podamos tener un sistema de información integrado.
El ProIgualdad lo utilizaría como documento base, el que tenemos y, por supuesto, se haría la consulta nacional necesaria para que hubiera participación
La tercera, tendría que ver cómo quedó el presupuesto, porque ahí es donde vamos a tener problemas, porque la tercera va a tener que ver con rearmar las guías para la elaboración del presupuesto, porque las guías no están completas, las guías se truncan; las guías para que hagan el presupuesto las entidades, tanto las nacionales como la estatal y municipal.
– LLH: ¿Y no nos quedaríamos sólo con el Anexo 13?
– MGH: No, por supuesto que no, sirve, pero es muy limitado. No quitaría el Anexo, no lo puedes quitar hasta que no consolides el otro sistema, ese se queda y peleamos como siempre hasta donde llegue.
– LLH: ¿Y qué va a pasar con los institutos estatales y municipales?
– MGH: Ahí tiene que haber Pari passu: los estados y los municipios van a recibir recursos en la medida en que contribuyan. Ellos tienen la responsabilidad de los recursos que reciben, porque además, también hay una serie de procesos viciados. Necesitamos dar como que estímulos y sanciones en función de los avances.
Creo que la Ley de Responsabilidades Administrativas de los servidores y servidoras públicas debe incluir sanciones en función de la magnitud del no trabajo, y si ellos se comprometieron a determinados resultados: “no lo cumpliste, maestro, entonces te vas”. Es que algo tiene que pasar, porque si no, no pasa nada.
Mira, a mí me gusta muchísimo que Andrés Manuel hable del tema de corrupción. Tampoco creo que la corrupción se va a quitar de un día para otro, pero creo que el que la cabeza predique con el ejemplo es muy importante, porque la corrupción a mí me parece que es un barril sin fondo que te quita los recursos, pero no solamente es un problema de recursos, es un asunto de eficacia de la política pública.
– LLH: ¿Qué harías en materia de violencia, Magda, siendo la titular del Instituto Nacional de las Mujeres?
– MGH: Mira, tú sabes que estamos como dispersas en términos de las atribuciones para atender las problemáticas. Por ejemplo, el hecho de que el tema de violencia se esté tratando en Indesol con el Paimef (Programas de Apoyo a las Instancias de Mujeres en las Entidades Federativas) y tengamos la Comisión Nacional para Prevenir y Erradicar la Violencia contra las Mujeres (Conavim) por otro lado y la Fiscalía Especial para los Delitos de Violencia contra las Mujeres y Trata de personas (Fevimtra) y otras cosas. Ha sido más bien que ha tenido que ver con personas más que con instituciones. Entonces, lo que tenemos que hacer es trabajar en conjunto más que estar pensando en una sola unidad.
– LLH: ¿Específicamente con las jóvenes, que impulsarías?
– MGH: Con las jóvenes tenemos que hacer dos líneas: la que tiene que ver con las que están escolarizadas y otra con las que están en zonas urbano-marginadas y zonas rurales, porque son diferentes problemáticas.
En la parte de comunidad se tiene que dar a través de las mujeres de base, de las organizaciones de mujeres de base, en donde hay un problema muy fuerte.
– LLH: ¿Y esto estimularía que las jóvenes permanecieran en las escuelas?
– MGH: Sí, que permanecieran en las escuelas, que pudieran ingresar, que vieran una posibilidad de ingresos, que atendería el tema de autonomía económica. Tienes que pensar en grande y no necesariamente requieres recursos en todos los casos, necesitas una estrategia de vinculación macro, con todos los sectores. Y llamar a la humildad, al trabajo en equipo, al reconocimiento mutuo.
– LLH: Dos temas más para ir cerrando Magda. Prostitución ¿qué harías desde el Inmujeres?
– MGH: Ese es un tema que tú sabes está en conflicto por la vinculación que hay entre trata y prostitución. Ese tema lo tengo que atender con especialistas. No puedo dar todas las respuestas en ese tema, porque también la prostitución es algo que ha existido en todas las sociedades desde el inicio de los tiempos.
– LLH: ¿Matrimonio infantil?
– MGH: Por supuesto que no. Ahí tendríamos que hacer una ley muy fuerte y erradicar el matrimonio infantil.
– LLH: Tu política con los medios de comunicación para desterrar el sexismo ¿sancionarías?
– MGH: Creo que sí debe haber una política muy clara de qué no, sí estaría de acuerdo con la sanción, pero creo que es un tema que tenemos que analizar con mucho cuidado hasta dónde podemos llegar, o sea, cuál es el límite y no traspasar el límite que tiene que ver con la libertad de expresión.
– LLH: ¿Tú crees que Andrés Manuel va a aceptar una feminista así?
– MGH: Mira, no sé, pero a Andrés Manuel le conviene una mirada así, porque es una mirada a los derechos de las mujeres, y si las mujeres avanzamos, tiene la mitad del camino andado. No se trata de que las mujeres somos un grupo vulnerable. Pero de verdad, esto va a ser un plus para él, el que tenga a alguien que sepa del tema; porque además, para qué se conflictúa con las feministas, creo que ya tienen demasiados problemas como para que nosotras no abracemos la cuarta transformación.
PROPUESTAS
Pago de impuesto de las grandes empresas
Guiarse por la agenda internacinal
Pari passu
Registro Administrativo desagregado por sexo
Coordinación Interinstitucional
Medir la falta de cumplimiento de Derechos Humanos
Apoyo del Presidente