“Hasta que Dios nos quite la vida seguiremos luchando y más en situaciones así”.
En medio de esta sequía, Don Ventura y su esposa, Elsa Rojas, a sus 60 y 62 años de vida, cargan unos botes y garrafones para recolectar agua del río Nacataz y llevarla hasta sus casas, en García, Nuevo León.
Son de la colonia Los Arcángeles, uno de los sectores que se ha visto más afectado frente a este problema.
“Buscando el agua por aquí y por allá, amanecimos otra vez sin nada, aunque sea para lavar la ropa, no tenemos agua, el gobierno no es justo con nosotros.
“Es duro, pero tenemos que hacerlo porque no hay otra manera, hay que salir adelante, hasta que Dios nos quite la vida seguiremos luchando y más en situaciones así”, comentó Don Ventura Luna.
En su camioneta acudieron con botes y garrafones para tomar agua y poder realizar diferentes actividades, como lavar ropa y regar sus plantas, ya que no es agua potable.
Denuncian vecinos de García 3 semanas sin agua
Como si fuera una mala broma, habitantes de la colonia Valle de San Blas en García, denunciaron la falta de agua durante tres semanas en el sector, situación que empiezan a padecer de manera grave.
Es específicamente en la calle Doctor Javier García, entre Roberto Cantú y Doctor Ramón de la Fuente, donde vecinos reportaron a Telediario la falta del suministro durante 22 días.
Al respecto, la señora Juana Navarro Bermúdez, dice que durante los últimos días no han tenido una sola gota de agua, pues al principio al menos salía “un chorrito”.
La mujer argumenta que es difícil para ella, una adulta mayor, esta situación bajo diferentes perspectivas. Incluso, señaló que uno de los vecinos tiene hemodiálisis, por lo que necesita del líquido para continuar el proceso.
Asimismo, otra vecina, la señora Verónica, menciona que ya no hay agua ni para tomar, pues en las tiendas también se agota al poco tiempo, por lo que hasta sus familiares le han tenido que llevar agua únicamente para sobrevivir.
“Mi familia me trajo agua para tomar, porque aquí no hay, en la tienda llega, pero así rápido se acaba, yo me voy a trabajar y a la hora que llego, pues ya no alcanzo el agua”.
“A veces llega una pipa a la esquina de acá o de allá, pero es difícil uno solo estar acarreando los botes de agua y todo, aparte de que se junta mucha gente y pues uno ya no alcanza”, dijo.
Finalmente, otro vecino, señaló que el servicio falta, pero el recibo sigue llegando, incluso más alto, y que el agua ha sido “sustituida” por aire.
“Es desesperante, porque pues uno ya no puede hacer su vida normal como quien dice”.
“Esos no fallan (los recibos de agua), no bajan tampoco, lo que sí hemos notado es que sale aire, y ese aire en el medidor empieza a contar, como que avientan la presión y sale puro aire, entonces el medidor está marcando como si fuera agua, pero no es agua”, expresó.