Desde hace siete meses comenzó la extorsión. El derecho de piso para que pudiera operar sin ningún problema el restaurante en Salamanca era de 50 mil pesos a la semana. Los mensajes venían de personas que decían ser como integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación, en respuesta se presentaron dos denuncias ante la Fiscalía de Justicia de Guanajuato, pero no hubo respuesta, y la noche de este domingo ocurrió lo que el gobernador calificó de un acto terrorista que dejó como saldo dos muertos.
Esto lo contaron a MILENIO, familiares de uno de los socios del bar Barra 1604, quienes anunciaron que mejor han decido cerrar el establecimiento, mientras que la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) descarta que el explosivo haya sido una granada y ya investiga composición del regalo bomba.
En el lugar, dos ramos de claveles es lo único que custodia hoy el restaurante familiar Barra 1604, en el que este domingo el dueño y el gerente murieron, mientras que cinco personas más resultaron heridas, víctimas de una bomba que llegó en forma de regalo de cumpleaños en Salamanca, Guanajuato.
Sobre el Boulevard Faja de Oro, la lluvia del domingo lavó la sangre que se esparció después de detonación, sólo quedó el confeti del envoltorio y fragmentos de la caja de regalo, sin presencia policial alguna.
A unos metros, en el camellón, pedazos de lo que parece ser la mandíbula y una prótesis dental se vuelven un atractivo para los curiosos de un atentado condenado ya por autoridades estatales y federales.
El dueño y empresario Mauricio Salvador Romero Morales y el gerente del restaurante Mario Alberto Hernández Cárdenas, que murieron en el ataque cuando salieron a recibir el paquete, estarían celebrando sus cumpleaños.
Los hechos se registraron pasadas las 19:00 horas cuando al local llegó un paquete decorado con globos y al momento de revisarlo, detonó.
La colonia El Pirul guarda silencio y se esconde de las declaraciones, los locales aledaños cierran al filo de las 15:00 horas y vehículos motorizados vigilan la zona cero.
No así la familia de una de las víctimas, advierten de una extorsión sin ahondar en detalles del ataque. Se menciona como responsables a integrantes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) y acusan que se les exigía 50 mil pesos semanales derivado de un cobro de piso.
“Mi hermano y Mario fueron las víctimas, pero el mensaje no sólo era para ellos, porque lo decíamos ¿No? Estas cosas cuando son directas o franco, llegan a alguien son dos balazos, este era un mensaje para decir que aquí están, que aquí siguen, que no se van a ir, es un mensaje para causar terror, para ponernos a nosotros de nuevo a encerrarnos en nuestras casas porque creo que a nadie le da seguridad ver Guardia Nacional o ver Ejército, creo que al revés nos da más paranoia y nos da más temor”, declara Eddie Rainero en entrevista.
Su hermano Mauricio cumpliría 42 años y hoy sólo puede afirmar que las autoridades son incompetentes; “sino son ellos tenemos que hacerlo nosotros, claro que exijo, claro que grito justicia, pero grito paz y tranquilidad, eso es lo que queremos, eso, no sólo yo, sino muchos, somos muchos”.
“Temas de índole personal”
Sophía Huett, secretaria Ejecutiva del Sistema Estatal de Seguridad Pública de Guanajuato, aseguró que una de las líneas de investigación en la explosión de un artefacto al exterior de un restaurante en Salamanca es la de temas de índole personal.
En entrevista con Azucena Uresti para Radio Fórmula, la funcionaria estatal explicó que “este evento no coincide con las características intimidatorias que tradicionalmente, y muy lamentablemente en Guanajuato se han dado de los grupos delictivos”.
“Regularmente cuando se busca generar miedo entre los sectores económicos, se buscan otro tipo de mecanismos: estos grupos delictivos no habrían tenido empacho en que la caja hiciera explosión al interior del propio restaurante; sin embargo en este caso hace salir a la persona para que recoja el regalo afuera”, detalló.
Huett López enfatizó en que, como autoridad, tienen que ser “muy cuidadosos” cuando se afirmen que se trata de una sola línea de investigación porque, dijo, “no la hay, no es únicamente el tema de la extorsión”.