Las restricciones a la comida chatarra y su impacto en el sector, ” son contraproducentes”, pues este tipo de iniciativas en la Ciudad de México, pondría en jaque a por lo menos un 40% de “tienditas de la esquina”, reveló Eduardo Daniel Contreras Pérez, presidente de la Cámara de Comercio Servicios y Turismo en Pequeño (Canacope) local.
Incluso, destacó que esta medida implementada en el estado de Oaxaca, no perjudicará a dueños y trabajadores de estos pequeños negocios, sino a todos aquellos que participan en la cadena productiva de la industria agroalimentaria.
El empresario afirmó que prohibir la venta de estos productos, como lo aprobó el Congreso de Oaxaca, “no representa una solución para las problemáticas de salud, pero si detona un factor de riesgo adicional para el sector comercial”, denunció.
“Si bien esta disposición es bien intencionada, no significa que sea buena y, por el contrario, entorpece la recuperación económica para el sector, debido a que sólo concentra en productos envasados, vendidos en el comercio formal, lo que traerá consigo una desventaja importante ante el comercio informal”, indicó.
Además, las consecuencias colaterales impactarán directamente a las ventas de los negocios y las familias de aquellos que laboran en esta cadena productiva.
Destacó que en la Ciudad de México, existen alrededor de 121 mil 883 pequeñas empresas dedicadas al comercio minorista de abarrotes, las cuales representan una fuente de empleo para al menos 900 mil personas, cuyos negocios han tenido pérdidas económicas promedio del 25% en sus ventas.
Sin embargo, reveló que lamentablemente el 15% de estos negocios, al no poder contrarrestar la disminución en sus ventas, se han visto obligados a cerrar.
Contreras Pérez sostuvo que este tipo de iniciativas, traerá también otras desventajas, que no han sido aclaradas en su totalidad por parte de las autoridades, como es las penas que aplicará a los comercios que no cumplan con esta disposición y, sobre todo, como procederá con los informales.
“Hasta el momento es uno de los factores que prevalecen, sin ningún tipo de regulación o seguimiento, además de que está incrementándose la informalidad, a consecuencia de las secuelas de la crisis que atraviesa el sector a causa del Covid-19”, enfatizó el líder empresarial.
Incluso, acusó que no existe certeza de que las autoridades cuenten con la infraestructura suficiente, para dar seguimiento a la iniciativa que promueven los legisladores de Oaxaca.
De igual forma, considero importante contemplar el impacto descontrolado de forzar un cambio abrupto en el sector cuando no cuentan con mecanismos de apoyo y financiamiento en este momento de decaimiento, pues 90% de estos negocios vive prácticamente al día, y sus alternativas de financiamiento son los proveedores y la familia.
Denunció que bajo esta situación de emergencia generalizada, las alternativas de financiamiento, recuperación y crecimiento están prácticamente canceladas para este tipo de negocios.
“Es imperante establecer nuevos mecanismos en la toma de decisiones, en los que sean escuchadas todas las voces implicadas. Por ello, hacemos un llamado a las autoridades, y ratificamos nuestra disposición, para entablar mesas de trabajo conjunto en las que todas las partes puedan dialogar”, dijo el líder empresarial.
Pese a ello, confía en que el diálogo es el camino en la construcción de un plan que esté a la altura de las necesidades de la sociedad, “sin atentar contra la recuperación económica de los pequeños comerciantes. Consideramos contraproducentes las medidas prohibicionista, en el seno de la crisis económica que ha traído consigo la emergencia sanitaria del Covid-19”, insistió.